Fernández Mañueco consideró que hacer frente al reto demográfico es «fundamental» a la hora de articular el reparto de los fondos, pero también añadió otros objetivos como la transformación digital, el desarrollo sostenible y el desarrollo rural. Todos enmarcados en la búsqueda de una «cohesión económica, social y territorial de la comunidad».
Acompañado durante su comparecencia ante los medios por el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, el presidente de la Junta defendió que Castilla y León aspira a recibir al menos 5.000 millones de euros del programa ‘Next Generation EU’, cálculo que tiene en cuenta lo que la comunidad representa en el sistema de financiación autonómica.
Esto se traduce en que, de los 84.000 millones que España va a recibir en subvenciones (140.000 millones si se incluyen los préstamos), a Castilla y León deberían llegar al menos un 6%.
Fernández Mañueco ha detallado que la mitad del montante que debería llegar a la comunidad procedente de estos fondos –2.500 millones de euros– tendría que ser gestionado directamente por la Junta, mientras que el resto le correspondería al Gobierno para desarrollar proyectos en Castilla y León.
Empleo y servicios sociales
En cuanto a los fondos gestionados directamente por la Junta, el presidente ha asegurado la idea es que estén enfocados hacia la recuperación económica y la modernización de los servicios y la actividad dentro de las pautas que marquen las instituciones europeas. Serán actuaciones encaminadas al mantenimiento del empleo en los sectores más castigados por la pandemia, pero también se prevén inversiones en equipamiento y personal que sirvan para garantizar la docencia, los servicios sociales y la atención a las personas afectadas por la crisis sanitaria. Proyectos digitales en las entidades locales, eficiencia energética en edificios públicos, mejora de los servicios de prevención y extinción de incendios y salvamento en el medio rural y movilidad eléctrica y sostenible son otros de los ejes que marcarán las inversiones de la Junta en el marco de los fondos procedentes del programa ‘Next Generation EU’.
Fernández Mañueco ha asegurado que la Junta empleará «todas sus energías» para obtener esos 5.000 millones de euros, un «objetivo muy ambicioso, pero especialmente justo e irrenunciable». Cabe recordar en este sentido que los primeros datos aportados a finales del pasado año por el Gobierno reservaban para Castilla y León un 3,5% de los fondos de este programa europeo, momento en el que el presidente de la administración autonómica volvió a exigir criterios de «objetividad y transparencia» y que se tenga en cuenta la situación de la España de interior.
Biblioteca de proyectos
En cualquier caso, el presidente de la Junta recordó que Castilla y León ya cuenta con una «biblioteca» con 446 proyectos que supondrían en torno a 6.500 millones de euros de inversión. Es por eso que defendió que «hay proyectos y volumen más que suficiente para poder cubrir esos 2.500 millones que llegarían a la Junta».
Al margen de los fondos de recuperación puestos en marcha para hacer frente a la crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus, el presidente de la Junta analizó otros fondos europeos ordinarios que pueden contribuir a la transformación de la comunidad. En este sentido, destacó que la Castilla y León aspira a mantener las partidas de la PAC y de los Fondos Estructurales y de Inversión en el nuevo marco que se está negociando para el periodo 2021-2027, lo que supondría respectivamente 6.435 y 1.400 millones de euros, según los datos aportados por Fernández Carriedo.
Financiación global
De esta manera, Fernández Mañueco explicó que Castilla y León espera recibir una financiación europea global que se situaría en 12.835 millones de euros hasta el año 2027 «para lograr la recuperación y la transformación de la comunidad, el equilibrio social y territorial y la lucha contra la despoblación». «Es una oportunidad histórica que vamos a aprovechar», defendió el presidente de la Junta antes de apelar a las diferentes administraciones públicas y a los agentes económicos y sociales a «ir de la mano» en el desarrollo de los proyectos, algo que es «fundamental en la búsqueda de la reactivación y el progreso de esta tierra».