Mágico corcho

Si hubiera hadas en el Bierzo estarían allí viviendo en los troncos sangrantes de los alcornoques que hacen comunidad para repartir sombras o tumbadas sobre los troncos milenarios y retorcidos de los caprichosos castaños. Cobrana ha hecho camino por el ‘zofredal’ para permitir una sorpresa a cada paso y una charla entretenida con los árboles

Mar Iglesias
29/08/2018
 Actualizado a 19/09/2019
En los primeros kilómetros de la ruta esta nos ofrece un respiro entre alcornoques. | M. IGLESIAS
En los primeros kilómetros de la ruta esta nos ofrece un respiro entre alcornoques. | M. IGLESIAS
Es fácil darse cuenta de lo que vio la compañía de teatro Dinamia para hacer un recorrido teatralizado con hadas y duendes por el zofredal de Cobrana. Solo hay que adentrarse en él para sentir que la energía de los troncos teñidos de naturaleza bicolor por el aprovechamiento de sus cuerpos, tiene una energía particular que lo envuelve todo, al punto que los castaños milenarios que conviven con ellos tienen que esforzarse en hacerse atractivos y competir retorciendo sus troncos, expandiendo sus raíces o invitándonos a meternos en sus oquedades.

El recorrido por el zofredal tiene mucho de magia y también de botánica. Un zofredal es un conjunto de zofreiros que, en berciano quiere decir alcornoque, una palabra entre el portugués (subeiro) y el gallego (sufreiro), porque corcho en latín se dice ‘suber’. Y es que, lo más preciado del alcornoque es su vestido, formado por células muertas distribuidas en capas de poco peso que le protegen de los fuegos, pero que para el humano es todo un descubriendo para taponar o aislar estancias.

El de Cobrana es un alcornocal que ocupa unas 180 hectáreas , situado entre los 500 y los 700 metros, donde se deja notar un microclima que agradece el árbol, con un suelo poco pedregoso, una humedad óptima para el clima atlántico mediterráneo que apasiona a esta especie. En su interior nos podemos encontrar alcornoques con una altura media de 7,5 metros, aunque pueden alcanzar los 11 y un diámetro de hasta 45 centímetros. En él, la Asociación de vecinos

El Zofredal de Cobrana puso sus ojos, no solo como explotación de corcho, sino como paraje del que presumir. Hay que agradecer que hayan señalizado y adecuado una ruta que deja boquiabierto porque hace comprensible el lenguaje de los árboles y enamora en cada uno de ellos, con peculiaridades únicas. La ruta comienza en el propio pueblo y nos lleva al cementerio. Hasta, en algún tramo, se une al Camino de la Conquista y nos deja el mejor sabor ya de inicio, en el bosque de los castaños La Cabaña.

El viaje no habrá hecho más que empezar y nos permite, generoso, dos posibilidades, una de mayor recorrido y otra con un trazado menos exigente. La primera supera los 10 kilómetros de distancia y es de dificultad media. Triplica el tiempo que la más pequeña, que se hace en una hora, pero incluye tres zofredales más (el de los Tesos, el del Moucho y el de Arriba, que llega a los 730 metros, la cota más alta). El trayecto corto es de algo más de tres kilómetros y pasa por el Zofredal El Escobal, que permite una zona de merienda, y el Zofredal de las Lleras, donde se juntan ambos recorridos. Ambos manejan con soltura la magia de la naturaleza hermanando troncos, colores y las sensaciones de un bosque que hace al caminante pequeñito ante él y que le obliga a abrazarse a la madera de vez en cuando.

El Zofredal ha hecho un esfuerzo impresionante con este trazado singular y por dar a conocer una ruta que, aunque no es de las tradicionales, está llamada a convertirse en un referente turístico en la comarca. Además, se suma a sus peculiaridades el poder verla en burro o metidos en un cuento de duendes. La propietaria del burro Basilio lo ha hecho posible, conquistada también por la fuerza del alcornocal y Dinamia Teatro se queda sin localidades en cada uno de los espectáculos que prepara en tan solo dos kilómetros de zofredal, para compartir una experiencia especial.

Si tus ojos te permiten ver más allá de la realidad, podrás ver hadas driades, que son las ninfas de los robles, los trasnos, seres mitológicos que viven en los lugares más frondosos o las xanas, las pequeñas diosas que habitan en las aguas más puras.Si sientes que alguien te gasta una broma, ese será el Dianu Burlón, personaje mitológico con patas de cabra y, humano en las extremidades superiores. Y si hay nubes en el cielo puede que lleguen los Nubeiros, que controlan las tormentas, o las meigas, las brujas que, si roban a los niños, toman el nombre de Marimantas...¿quién da más?
Archivado en
Lo más leído