Madres viejunas

No hace tanto, allá por 1975, las mujeres españolas eran madres por primera vez a los 25 años, según el Instituto Nacional de estadística. 43 años más tarde, la cosa ha aumentado hasta los 31

Sofía Morán
03/06/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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No hace tanto, allá por 1975, las mujeres españolas eran madres por primera vez a los 25 años, según el Instituto Nacional de estadística. 43 años más tarde, la cosa ha aumentado hasta los 31. España es el país de la Unión Europea donde más se retrasa la maternidad y donde más mujeres son madres (por primera vez) pasados los 40.

Son muchos los factores que actualmente condicionan nuestra maternidad, aunque lo primero que nos suele venir a la cabeza, es siempre la perenne inestabilidad laboral. Silvia Claveria, politóloga especializada en temas de género explica que: «Las mujeres con más formación retrasan más la edad de tener el primer hijo porque coincide el punto álgido de estabilización o promoción de la carrera laboral con el de la media de ser madre. Y cuando lo son, ellas tienen que hacer unas renuncias que los hombres, muchas veces ni se plantean».

Muchas mujeres de mi generación hemos vivido sin pensar demasiado en eso de la edad fértil, los óvulos lustrosos y el reloj biológico, más concentradas en los estudios y en la necesidad de buscar un hueco en el mundo laboral. Es evidente que nuestras prioridades han cambiado radicalmente, y buscar una pareja para construir un proyecto a largo plazo donde tras el matrimonio llegarán los hijos, ya no ocupa los primeros puestos del ranking.

Hemos querido salir, viajar, disfrutar de la libertad y la independencia sintiéndonos jóvenes, casi unas adolescentes tardías. «¿Hijos?, no es el momento, ya habrá tiempo más adelante».

Yo tenía 36 esplendorosos años cuando nació mi pequeño Dimas, cinco más que la media actual. A esa edad, mi madre ya nos tenía a los 3. Tuve un embarazo perfecto, de esos ‘de libro’, una cesárea y un niño sano. Me sentía una jovenzuela llena de energía a pesar de escuchar a enfermeras y matronas aprovechar cualquier ocasión para cascarme aquello de: «es que tenéis los hijos a unas edades…» ¡Cuanta madre viejuna!, debían pensar.

Una de las consecuencias más evidentes de retrasar la maternidad es que muchas veces complica que finalmente esa maternidad se pueda dar. «Cuando se superan los 37, la fertilidad cae de forma preocupante y manifiesta», afirma Josep Santaló, catedrático de Biología Celular de la Universidad Autónoma de Barcelona. Pero la ciencia avanza rápido y las técnicas más punteras hacen acto de presencia.

¿Conocen la congelación de óvulos? Son muchos los especialistas en la materia que lo catalogan como uno de los avances más importantes de los últimos años.
Congelar los óvulos de la mujer en su edad más fértil, y su perfecta conservación hasta que la ella decida usarlos. Porque sí, señoras mías, resulta que un óvulo congelado a los 33 es mucho mejor que uno totalmente ‘fresco’ a los 40 (¡hay que joderse!).

Es posible que esto les parezca una excentricidad más propia de alguna de las Kardashian que de su vecina del quinto, sin embargo, los profesionales afirman que en el futuro será una técnica mucho más habitual de lo que pensamos.

A principios de año, algunas de las grandes empresas valencianas apostaron por incluir entre los beneficios laborales de sus empleadas la posibilidad de congelar sus óvulos. Ahí, con un par. El mensaje es bastante evidente: «mujer treintañera, no hagas peligrar tu carrera laboral, congela tus óvulos, vive tranquila, ya habrá tiempo de formar una familia».

Bien, esta es una opción que de alguna forma puede ayudar a muchas mujeres a decidir cuando quieren ser madres sin la presión del arroz pasado de cocción. Pero ¿en serio es esta la solución?

Lo llaman ‘maternidad extendida’ y nos lo quieren vender como un beneficio social más, medidas pioneras en Europa, empresas punteras que nos ayudan a retrasar (aún más) la maternidad. Pero que digo yo, si no sería más justo y sobre todo más razonable, que estas empresas tan generosas fomentaran políticas justas de conciliación, medidas reales que permitan que las mujeres podamos ser madres ‘cuando toca’.

Sofía Morán de Paz (@SofiaMP80) es licenciada en Psicología y madre en apuros
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