‘Made in Tejerina’... con semen de Australia

Argimiro Rodríguez, de Tejerina, es un histórico del pastoreo y la trashumancia que ante el desplome del sector de la carne de cordero decidió cambiar al de la lana para lo que importó semen de las ganaderías ovinas con más prestigio, las de Australia

Fulgencio Fernández
15/05/2022
 Actualizado a 15/05/2022
El mercado de la carne atravesaba evidentes problemas, por ello, Argimiro Rodríguez, de Tejerina, decidió abrirse nuevos caminos. | MANUEL R. PASCUAL
El mercado de la carne atravesaba evidentes problemas, por ello, Argimiro Rodríguez, de Tejerina, decidió abrirse nuevos caminos. | MANUEL R. PASCUAL
A veces ocurren cosas extraordinarias. Parecen rocambolescas pero realmente son extraordinarias. Y ha vuelto a ocurrir, con denominación de origen Tejerina, la localidad leonesa de larga tradición pastoril y trashumante, y con un nombre propio, el de Argimiro Rodríguez, Miro, un histórico del gremio.

Extraordinario y que habla de la capacidad de las gentes para adaptarse a los tiempos y para emprender, como la familia de Miro con él a la cabeza, ramificaciones en Australia y los mundos de la investigación por medio.

Manuel Rodríguez Pascual, la enciclopedia viva de este mundillo de la trashumancia y el pastoreo, nos acerca a la feliz iniciativa. "De un lado señalaría el contexto europeo y mundial de obtención de productos cada vez más naturales y sostenibles; también la situación que atraviesa el mercado nacional de la carne de cordero con sus bajos precios y la histórica capacidad de las gentes de la montaña para emprender".

Recuerda Rodríguez Pascual que "los precios de la carne de cordero se mantienen estables desde hace décadas, mientras los costes de producción crecen y es bajo el consumo nacional, hasta el punto que el mercado se mantiene gracias a las exportaciones hacia los países árabes".

En este contexto Argimiro Rodríguez está con sus ovejas en Extremadura y decide animarse a cambiar de sector, del cárnico al lanar. Así nace la C.B. Fuente de los Romeros, dirigida por Miro el de Tejerina. "Argimiro dio un paso adelante para intentar reorientar de nuevo su explotación de merino hacia la producción de lana de calidad, compatibilizándola con la tradicional de cordero recental".

Explica Manuel Rodríguez Pascual cuál era la situación del mercado nacional en ese momento. "se parte de una lana con una finura media aceptable (21-22 micras), aunque con una alta variabilidad entre individuos. Sin embargo, la longitud de la mecha es muy escasa (alrededor de 55-60 milímetros) para la elaboración de tejidos de estambre con cierta calidad, que deberían tener al menos 70 milímetros de longitud". Por ello, para solucionar esta falta de ‘calidad’ en la lana, al menos en su longitud, "se plantearon importar semen de garantía de Australia, país puntero en la producción de lana de calidad, para poder inseminar a las ovejas locales (provenientes de la prestigiosa Cabaña del marqués de Perales, que trashumaron a León hasta el año 1991) y mejorar estos caracteres, así como otros como extensión, uniformidad y peso del vellón, sin perder calidad en la canal".



En esa necesidad de ‘mirar’ y comerciar con un país tan lejano como Australia aparece dos nombres fundamentales en esta historia y otras muchas, un personaje que ha fallecido hace escasas fechas y su mujer, dos de esos "mecenas" que se cruzan en el camino: Antonio Regueiro, que era cónsul honorario de España en Auckland (Nueva Zelanda) y su esposa Jayne McKelvie, presidenta de la Fundación Vista Linda, también de Australia-Nueva Zelanda. "Ellos pusieron en contacto a Argimiro y su familia con dos ganaderos modélicos dedicados desde hace muchas décadas a la producción de lana de calidad con programas específicos de selección. Se trata de Bruce Taylor y su hijo Geoff, y de su sobrino Chad Taylor, con explotaciones se sitúan cerca de la ciudad de Wellington (NSW, Australia)". Bruce y Argimiro se habían conocido en el año 2016, cuando el australiano visitó León con Regueiro. "Les unió el interés mutuo en avanzar en la mejora del merino, lo que ha facilitado la selección de los sementales y la adquisición de semen y embriones".

Un proceso de mejora de la calidad de la lana que arrancó en el año 2018. "y los trámites se acentuaron sobre todo en el 2019, consiguiendo al final, que en noviembre de ese año, llegara al aeropuerto de Madrid-Barajas el tanque refrigerado con nitrógeno líquido (-180ºC), que contenía 300 dosis de semen y 20 embriones, procedente de las explotaciones mencionadas de Bruce y Chad, que inmediatamente fue trasladado a La Fuente de los Romeros en La Serena (Badajoz), aunque en el año 2019 crecieron las dificultades a causa del Covid, como en tantos sectores".

Pero el proyecto siguió avanzando y, recuerda Manuel R. Pascual, "los días 28 y 29 de mayo del 2020, una vez que un lote de ovejas había sido preparado adecuadamente, se procedió a inseminar 100 ovejas y colocar 18 embriones (de los que nacieron tres ejemplares puros) por veterinarios especializados. Y en el año 2021 se inseminaron otras 100 ovejas. Las parideras han sido normales, con numerosos partos dobles, y los nuevos cruces se han adaptado perfectamente a las condiciones de Extremadura".

Y así llegó el esquileo del pasado mes de abril, en el que se verían los resultados del experimento de Argimiro y su familia —que a todos los implicó en la aventura— y no dudan en calificar los resultados de espectaculares: "Por primera vez se pelaban ejemplares adultos (18 meses), y ha sido magnífico, tanto el peso del vellón, como la longitud y finura de la fibra, color y rendimiento... todo".

Y explica Pascual que, por ejemplo, "el peso del vellón (sin caídas) de los carneros osciló entre5,2 kg y 7,9 kg; este último con una finura de 18,1 micras y una longitud de fibra de alrededor de los 12 cm". O, llevándolo a precios, que parece lo que siempre interesa o da la medida: "Antes del esquileo ya se tenía vendida toda la lana a un artesano de San Lorenzo de El Escorial (Madrid), a un precio que superaba varias veces la cotización de la lonja de Extremadura".

Y la última ventaja de la feliz iniciativa ers que "queda a disposición de otros ganaderos leoneses o españoles en general: La explotación de Argimiro ya dispone de sementales perfectamente contrastados genéticamente a la venta para que otras explotaciones puedan beneficiarse de esta mejora. Pero la mejora no sólo ha sido lanera, ya que los nuevos cruces muestran además excelentes ganancias medias diarias en peso y buena conformación para la producción de carne".

Parece que en un mundo complicado como el de la lana también siguen existiendo "los finales felices".
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