¿Luz al final del túnel?

El saldo migratorio con el exterior marca un récord en León y, ante un envejecimiento insalvable, se abre como alternativa más viable para combatir la despoblación

19/11/2022
 Actualizado a 19/11/2022
Una mala noticia no suele tener medias tintas: que León siga perdiendo población no puede ser bueno. Eso sí, la última actualización del Instituto Nacional de Estadística (INE) deja cierto margen para el optimismo: la provincia lleva dos años recibiendo más residentes que los que hacen las maletas. Aunque este dato no sea suficiente para revertir los efectos en el padrón de un envejecimiento prácticamente insalvable, da pistas de cuál es actualmente la alternativa más viable para combatir la despoblación. En este sentido, desde la irrupción de la pandemia del Covid-19, se ha podido advertir un cambio de tendencia en la provincia, con saldos migratorios claramente favorecedores. A nivel nacional, algo insólito en territorio leonés, ya se encadenan cuatro semestres en que los balances no están en rojo. A escala internacional, por su parte, el número de llegadas del extranjero a León marcó en la primera mitad del año un récord en la serie histórica del INE. Ante la baja natalidad y un índice de envejecimiento disparado, fomentar la llegada o el regreso de población de otros lugares parece la única opción para poder vislumbrar algo de luz al final del túnel.
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