Lúpulos de calidad reclama impulsar la modernización para el riego por goteo

El grupo de investigación presenta las conclusiones de dos años de trabajo, que inciden, además, en el control de plagas y la sostenibilidad del cultivo

D.L.M.
08/07/2021
 Actualizado a 08/07/2021
La Escuela de Tecnología Agraria y Forestal de la Universidad de León (Estia-ULE) acogió ayer la reunión del grupo Lúpulos de Calidad. | L.N.C.
La Escuela de Tecnología Agraria y Forestal de la Universidad de León (Estia-ULE) acogió ayer la reunión del grupo Lúpulos de Calidad. | L.N.C.
El Grupo Operativo Lúpulos de Calidad ha presentado este jueves los resultados de dos años de investigaciones, que han involucrado hasta quince instituciones y empresas implicadas para mejorar la sostenibilidad del cultivo. La Escuela de Tecnología Agraria y Forestal de la Universidad de León (Estia-ULE) acogió ayer la reunión del grupo para mostrar el producto de su trabajo. Los objetivos del equipo estaban centrados en el control de plagas y enfermedades, la mejora del riego y la fertilización y la sostenibilidad medioambiental y económica de las explotaciones. En los tres campos se han ideado sistemas que ayuden a los agricultores en un cultivo en el que la provincia cuenta con más del 90% de la producción nacional.

Entre las conclusiones destaca la recomendación del riego por goteo, para lo que es necesaria la modernización de los sistemas en las zonas lupuleras. Por el momento, según explicó el técnico de la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) Lúpulos de León, Javier Fraile, por el momento solo Villanueva de Carrizo cuenta con tubería a presión, mientras que en el resto de zonas el goteo se debe ligar a sondeos. Es por ello que la SAT espera que avance la modernización de los regadíos para poder instalar este tipo de riegos que no suponen un gran coste —unos 800 euros por hectárea si lo instala el propio agricultor, unas tres veces más si lo encarga a una empresa—, pero que supone una gransalto cualitativo, ya que permite la fertirrigación en el momento y en la dosis precisas. «El objetivo es mejorar la producción y minimizar la presencia de patógenos, además de limitar el impacto ambiental y el coste económico», destacó Fraile, que también destacó que se reduce «muchísimo» el consumo de agua y, sobre todo, disminuyen notablemente «los ataques de hongos patógenos, que es el principal problema», debido, en parte, al exceso de humedad en la superficie de cultivo.

Plagas y enfermedades


La lucha contra las plagas y las enfermedades también destacan entre los resultados expuestos por el grupo de investigación. Para los investigadores «se deben priorizar los medios biológicos, físicos y genéticos por encima de los químicos». No obstante, en caso de resultar necesario utilizar un tratamiento químico, se recomiendan productos registrados. El grupo también tienen en cuenta que la cantidad de esto productos es «muy pequeña y cada vez se reduce más», por lo que también han desarrollado ensayos para poder obtener el registro de otras materias necesarias para llevar el cultivo a buen término, libre de enfermedades.

Las recomendaciones se recogerán en la guía que se publicará en la web (www.lupulosdecalidad.es) e incluyen métodos biológicos, a partir de variedades resistentes a los patógenos, culturales, el clareo de hojas basales para evitar que los hongos que empiezan a desarrollarse en las zonas con humedad y umbría o tratamientos fitosanitarios de control biológico, de residuo cero.

Para reducir las resistencias se recomiendan azufres, bicarbonatos o extractos de ortigas, entre otrosEl técnico de la SAT reconoce que algunos de estos métodos pueden ser máscostosos, por lo que abogan por incluirlos dentro de una «gestión integrada, en la que se usen todos los medios para conseguir evitar resistencias de los tratamientos y también conseguir que el coste sea el más bajo posible. Es decir, «hay que ir a sustancias básicas como bicarbonatos, que actúan como secantes y entorpecen el desarrollo de los hongos, azufre, que también se usa en agricultura ecológica, o extractos de ortiga, que tienen control sobre hongos e insectos para reducir la presión de la plaga», destaca el técnico de la SAT.

Por último, para la mejora de la sostenibilidad medioambiental y económica se han testado sistemas como la pildoración en semillas de otros cultivos para mejorar la germinación o un sistema digital para la gestión de las parcelas de la explotación.

No obstante, será necesaria una amplia labor de divulgación entre los productores, ya que «hasta que no nos hemos puesto con este proyecto no conocían otros medios de control que no fueran los químicos».

Miembros del grupo


Los socios del grupo son la SAT Lúpulos de León, , Cooperativa Lutega, Universidad de León, Universidad de Compostela-Campus Terra, Itacyl (Instituto de Transformación Agraria de Castilla y León), Neiker (Centro de Investigación Agrario del País Vasco), Agacal y la empresa Hopsteiner. El proyecto ha contado con financiación del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural.
Archivado en
Lo más leído