Luis el de Vega

[OBITUARIO] Por Fulgencio Fernández

26/01/2016
 Actualizado a 19/09/2019
Luis Rodríguez Aller toma posesión como diputado provincial | MAURICIO PEÑA
Luis Rodríguez Aller toma posesión como diputado provincial | MAURICIO PEÑA
No hace mucho, en el diario atravesar por Vegacervera, descubrí en el horizonte las siluetas que tanto conocía y que llevaba meses sin ver:un hombre y dos perros. Una larga enfermedad le había robado de las calles para postrarlo en las camas y quirófanos del hospital.Llegué a la radio y lo primero que se me ocurrió decir fue «¡qué alegría ver pasear otra vez por su pueblo a Luis el de Vega!».

Porque para los comarcanos era Luis el de Vega. Un paisano.A veces también lo recordamos minero, muchos años era el alcalde, cuando subía en el ‘coche bueno’ era el diputado provincial. Cuando veías en su puerta coches subidos a la acera y la luz encendida a altas horas de la noche estaba dentro el presidente del PSOE, cuando abría a uno que llamaba estaba el amigo... Ysiempre estaba allí, porque no tuvo nunca otra casa a la que ir a dormir, Luis el de Vega.

Yo he visto allí el coche de Matías Llorente y el de Tino Rodríguez y hasta he conjeturado que alguna vez habrán estado juntos, separados por el hombre tranquilo —Luis—y cualquier guiso salido de las manos de Mari Cruz, la mujer que más ha admirado a un marido, la que con más orgullo dice «el mi Luis».

No sé si se puede decir algo más bello de un alcalde y diputado provincial que era un buen paisano que paseaba por su pueblo  Por eso ahora se hace duro pensar que ya no volverás a ver la silueta de un hombre y dos perros (tal vez los mismos que le velaron en esa noche fatal de su adiós). Se hace duro porque no volverás a ver la silueta de Luis el de Vega y sus perros, porque no volverás a ver al vecino, al conversador, al paisano, al comarcano... Porque no creo que se pueda decir nada más bello de un alcalde y de un diputado provincial que es un vecino, un paisano, un lugareño... y el coche de Luis siempre estaba de regreso a casa, siempre lo veías volver. Destino Vegacervera.

Pero Luis era más cosas que alcalde y paisano de Vergacervera, era minero, era socialista... era de los suyos, siempre de los suyos. Vaya por delante. Luis el de Vega no era de Vegacervera, era de la Cepeda, de Riofrío creo. Y no es una contradicción, todo lo contrario, esa circunstancia ayuda a conocer más y mejor a Luis el de Vega, al alcalde, al socialista.

Hubo en su comarca natal una curiosa y poco estudiada «emigración interior»hace más de medio siglo, en los tiempos duros de la sobrevivencia. Un buen número de paisanos de aquella comarca —de los que siempre se repite que eran «trabajadores a carta cabal»—vinieron a vivir a unos cuantos pueblos de la montaña, especialmente del alto Torío, con un curioso sistema dearrendamiento o colaboración basado en una confianza que nunca se supo que uno de aquellos cepedanos la rompiera. Así se hizo Luis de Vegacervera; así se hizo Luis socialista, sabiendo lo que es luchar a brazo partido para que no te regalen nada;así se hizo Luis minero, llevando la seriedad de las gentes de su tierra a la mina, donde acabó de vigilante en esa Vasco que tanto le preocupaba en los últimos tiempos;así se hizo Luis paisano, sabiendo que nadie es menos que nadie;así se hizo Luis alcalde, soñando que es posible lo imposible... Yasí lo logró, hasta el punto de que en la comarca ya circulaba el dicho de que a Luis «sólo le falta poner las aceras de mármol».

Y no lo tuvo fácil. Llegó de concejal a un pueblo convulso, con dos grupos prácticamente siempre empatadosen las elecciones municipales. Se metió en medio y acabó logrando lo impensable en esta provincia, en la anterior legislatura logró «los siete concejales en disputa en las municipales». 7-0 fue el resultado. Yen esta legislatura que ya no podrá acabar había logrado un 6-1. Pero ya parecía tan normal su mayoría que aún me retumba en la cabeza la única queja que le he escuchado en 25 años de relación:«Me voy a morir sin que me hagas el reportaje de las mayorías más mayoritarias de la provincia de León». Me duele la frase como saber que no volveré a cruzar a un hombre de paseo con dos perros, los que le velaron en su adiós.

Algunos le llamaban ‘El Suave’. Jamás se le había escuchado una palabra altisonante, una bronca, jamás se había rendido, nunca tiró la toalla, ni siquiera con los reveses de ese teleférico que le consumió más energía que una perdiz con prismáticos.

Estaba saliendo de ese cáncer que no pudo con él y le animaba entraren un 2016 en el que iba a cumplir los jubilosos 65 años y celebrar 25 como alcalde.

– Tendrás que contratar una orquesta y darle una fiesta al pueblo, que ya te vale, después de 25 años;fue mi última conversación con él.
– Es un follón; se defendió.
– Yo busco la orquesta.
– Vale.
Pero cuando ya montaba en el coche le salió el alma de alcalde:«Pero antes dame presupuesto».

No se lo daré. Como no volveré a ver su silueta con dos perros, como no la volverán a ver sus paisanos de Vega; como han perdido los socialistas la posibilidad de explicar qué es un socialista con cuatro únicas palabras:«Luis el de Vega».
Que era de Riofrío.

Ya sé que parece raro, pero nada es imposible si lo negocia Luis y lo cocina Mari Cruz.
Lo más leído