Qué diferente puede ser un empate en función de cómo se produce. Hace sólo cuatro días, el logrado frente a un Alcorcón con nueve se tomaba casi como una derrota. Este miércoles, frente al Lugo, el punto de fe conseguido por la Ponferradina sabe a oro ante un teórico rival directo por la salvación.
2-2 quedaron los de Bolo, que se fueron perdiendo 2-0 al descanso ante la gran efectividad de un conjunto lucense que marcó en sus dos únicas llegadas, pero mejoraron notablemente sus prestaciones con la entrada en el campo de Larrea e Isi, hasta el punto de igualar dos goles de desventaja en los últimos 15 minutos y acabar volcados en busca del triunfo, aunque con susto incluido en un descuento en el que Manu García sacó desde el suelo un tiro a bocajarro de Carlos Castro.
Al final justo reparto de puntos, puesto incluso en esa primera mitad que terminó con 2-0 la Ponferradina no había sido inferior. Quizá no había generado oportunidades claras, teniendo como único disparo peligroso un tiro dentro del área de Kaxe que le salía mordido y demasiado flojo, pero jugaba constantemente en campo contrario y daba sensación de peligro ante las dudas e inseguridad que transmitían tanto la zaga como el portero lucense.
Pese a dominar la Deportiva se fue 2-0 al descanso tras marcar el Lugo en sus dos únicas llegadas con peligro Sin embargo le faltaba acertar con el último pase para rondar el gol, algo que sí hizo un Lugo que marcó en su primera llegada y se encontró de la nada con el segundo al filo del descanso.
¿El 1-0? Llegaba a la media hora tras un robo en el centro del campo que convertían en un balón largo para la caída a banda derecha de Cristian, que con paciencia controlaba, pisaba área y ponía un pase atrás hacia la frontal para la llegada de Manu Barreiro, que de primeras soltaba un disparo cruzado y raso que superaba al guardameta berciano.
El gol redujo el dominio visitante y provocó un choque más nivelado y carente de peligro hasta que, al filo del descanso, un tiro desde la frontal de Rahmani, escorado y aparentemente sin excesivo peligro, golpeaba en el brazo de Maxi Villa, pegado al cuerpo en una de esas acciones que otros años no sería penalti pero ahora con las nuevas normas sí se está señalando. Lo pitaba sin esperar al VAR el árbitro y lo transformaba de forma maravillosa Barreiro, que con una ‘paradinha’ dejaba clavado a Manu García y colocaba el 2-0.
Manu Barreiro hizo doblete con un tiro cruzado desde la frontal y un penalti señalado por mano de VillaEl choque se había puesto muy cuesta arriba y empezaba a pintar mal. Sobre todo porque ese Lugo que apenas había inquietado en el primer acto tenía dos llegadas peligrosas en los compases iniciales del segundo, con un tiro de Barreiro en posición similar a la del primer gol pero que esta vez le salía centro, y una jugada anulada ya en el centro por claro fuera de gol que con la defensa parada había terminado en gol.
Había que cambiar algo y Bolo lo hizo. Sin dudar ni esperar. En el minuto 57 los tres cambios ya estaban hechos. Se sentaban tres de las novedades a las que las rotaciones por jugar entre semana habían obligado (Villa, Fullana y Bravo, que junto a Noguera habían sido los tres cambios con respecto al once ante el Alcorcón) y entraban tres pilares como Yuri, Larrea e Isi.
Un ‘zapatazo’ de Larrea tras taconazo de Isi supuso el 2-1; un centro de Valcarce que dio en un defensa el empate Y especialmente los dos últimos cambiaron el partido, siendo de hecho protagonistas en el tanto del empate. Llegaba en el minuto 76 tras un centro lateral muy pasado que Isi recibía en el lado contrario, ‘inventándose’ un taconazo para la llegada por banda de Son, que daba un pase raso atrás hacia la frontal, donde llegaba Larrea para soltar un tremendo ‘zapatazo’ que se colaba pegado al palo.
El 2-1 impulsó a la Deportiva y sumió en un mar de dudas al Lugo, que se encerró en su área. Y al final, fruto de la insistencia aunque con una importante dosis de fortuna, llegó el empate. Lo hizo en un centro desde la banda de Luis Valcarce que, tras pegar en Iriome, se iba a las nubes y acababa cayendo en picado hacia la escuadra de Varo, que se veía sorprendido y se la comía.
Manu García, caído en el suelo, lograba sacar el tiro a bocajarro de Castro para salvar el 2-2 en el minuto 91 Aún quedaban siete minutos por delante. Y lo fácil quizás hubiera sido conformarse con el punto. Pero la Deportiva no lo hizo y se volcó a por el empate, asumiendo riesgos y teniendo un cabezazo de Kaxe y un disparo de Yuri para conseguirlo, pero también encomendándose a Manu García para no dejar en agua de borrajas la remontada.
Porque en el minuto 91, en una transición rápida que sorprendía a la zaga, Campadabal centraba, Trigueros y Manu García caían al suelo junto al primer delantero que buscaba el remate, y el balón le caía, casi en el área pequeña, a un Carlos Castro que controlaba y, con el meta ‘vendido’, tiraba centrado permitiéndole que se luciera y consiguiera salvar ese trabajado punto que alarga a cinco las jornadas sin conocer la derrota de la Ponferradina.