23/04/2021
 Actualizado a 23/04/2021
Guardar
Juro que ya me había olvidado del lamentable capítulo del programa de lucha antigranizo que impulsó la Diputación de León en las dos legislaturas de finales de los ochenta y principios de los noventa, cuando al igual que ahora era vicepresidente Matías Llorente, mentor de dicho proyecto. Pero mira por dónde que ha sido la propia Diputación la que lo ha sacado a relucir, y lo ha hecho recientemente en un acto en el que se entregaban unas parcelas a las juntas vecinales de La Milla y Bustillo, de la finca Las Matillas, para arrendarlas a los agricultores locales mediante el procedimiento de descarnada subasta. Pues eso, en la nota de Diputación, se repasa el cometido y éxito de la finca a lo largo de su historia y se destaca, cómo no, que albergara en su día los trastos que se utilizaron para justificar las decenas de millones de pesetas que costó el plan antigranizo a lo largo de varios años. Salvo que se recurra a las hemerotecas, para saber de qué estoy escribiendo, y para saber a qué se referían en la nota oficial de la Diputación,hay que tener cierta edad, cierta memoria, y cierto interés por los temas agrarios, o ser un ‘friki’ de la meteorología, en cuyo caso se habrá estudiado el experimento de León para concluir que las nubes no se espantan con cuatro petardos. Es verdad que en el campo de la ciencia y de la experimentación hay que desarrollar proyectos incluso para llegar a la conclusión definitiva de que algo no es posible, pero lo que ocurrió con la lucha antigranizo de la Diputación de León no tenía un noble objetivo, tenía el bastardo objetivo de repartir dinero a dedo sin aplicar el principio de libre concurrencia, y tenía sobre todo el objetivode servir de instrumento para vender humo, y nunca mejor dicho, por parte del diputado responsable. Quemaron yoduro de plata en los montes del Teleno para espantar unas tormentas que yo creo que se pusieron más bravas, y sobre todo ‘quemaron’ billetes de las arcas de la Diputación, hecho por el que nadie ha pedido ni rendido cuentas. Un bochornoso episodio que se escribe con nombre propio.
Lo más leído