Los zamarrones bajaron a Riaño

Llegaron de las montañas armados de cencerros con cuyo sonido buscan ahuyentar los males del invierno. Un Carnaval más muestra de la riqueda de los antruejos de la provincia de León

L.N.C.
27/02/2017
 Actualizado a 12/09/2019
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El sábado un grupo de zamarrones "bajaron a Riaño desde las frías y heladas montañas para despedir el invierno", explica Luis Mª Baile Moreno, 'Zamarrón de honor 2017'.

Lo hicieron con el sonido de sus cencerros para ahuyentar los malos espíritus del invierno y así recorrieron Riaño danzando y brincando "en candanga" mientras sobre las trébedes se preparaban los arvejos típicos de la zona para que los zamarrones repusieran fuerzas con las que continuar ahuyentando el mal del invierno. 

Por la tarde, al oscurecer, el Antruido formado por sus personajes como las el caballo, damas, el torero, la preñada, el oso, los zamarrones… etc. recorrieron la localidad formando gran estruendo con sus matracas y cencerros, así como el sonido de fondo de los turullos (cuernos de vaca utilizados) todo para ahuyentar los malos espíritus y energías negativas del invierno en pro de una próspera primavera.

Al finalizar, según relata el Zamarrón de Honor 2017, se prendió una gran choza (fogata), a su alrededor danzaban los diferentes personajes a los que ni siquiera el oso (símbolo del mal) pudo detener, mientras algunos zamarrones “golpeaban” con sus zambombas (vejigas de gocho infladas) a las damas del antruido, como alegoría de fertilidad.

"Al final en la choza, todas las malas energías del invierno quedaron reducidas a ceniza, símbolo de pureza para la nueva etapa que comienza, mientras se repartían frisuelos y chocolate para todos los presentes."
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