Los trastornados de las Juntas Vecinales

18/10/2019
 Actualizado a 18/10/2019
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Cualquier persona que sea de un pueblo pequeño de León será consciente de la tremenda importancia que tienen ahí las Juntas Vecinales. La diferencia en el progreso y el movimiento que puedas dar a una de estas localidades, dentro de que no se pueden hacer milagros, la marca sin lugar a dudas el tener en ellas una persona activa, que se mueva para traer actividades, que esté atenta para solicitar las ayudas a las que puedes acceder y que muchas veces si no se acaban perdiendo, o que intente paliar si está en su mano alguna de las necesidades que existen en ese momento.

Por eso, la noticia que este periódico publicaba ayer sobre que 44 pedanías no tuvieron candidatura en las pasadas elecciones y 18 siguen sin nadie que se vaya a presentar a ellas en la repetición electoral de noviembre, te hace valorar más el encontrar en la tuya personas que asumen el sacrificio de esa carga.

Y es que en esos pueblos que en invierno no logran alcanzar el centenar de habitantes, por supuesto no vas a tener un sueldo mensual ni a llevarte los 50 euros de turno o similar por asistir a una Comisión. Como mucho te irás con unas voces o el odio eterno de algún vecino descontento por algo, porque la única gratificación es ver que estás haciendo algo por la que consideras tu casa aunque no vivas de continuo allí.

A mí, desde luego, no se me pasaría por la cabeza meterme en ese fregado. Pero no puedo más que aplaudir a aquellos que lo hacen y de cuyo trabajo nos acabamos beneficiando todos.

A cada persona que se sienta identificado con esto le vendrá a la cabeza un nombre concreto. En Genicera tenemos la inmensa suerte de que hemos podido encontrar a dos de estos ‘trastornados’ que se desviven por la localidad.Primero Patricia y ahora, desde hace bastantes años que esperamos se alarguen durante muchísimos más, Alberto, que han conseguido dar vida al pueblo, dotándole de un número de eventos y de ‘lavados de cara’ muy superior al de localidades que reúnen a un número similar o igual de personas.

Una función clave y casi siempre poco valorada. Al menos por una vez, que sirvan estas líneas de homenaje a todos los Albertos y Patricias de los pueblos de León.
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