Los sobrecostes de la Variante se van nadando

Las obras de la Variante de Pajares siguen siendo, para muchos críticos, un pozo al que año tras año se tiran millones de euros. Los sobrecostes de la obra, que ya superan los 2.000 millones de euros, hacen pensar que los estudios iniciales y los sondeos no fueron todo lo eficientes que deberían, algo que se extrae de los grandes problemas con las filtraciones de agua a lo largo de estos años, unos problemas que deberían haber estado en su gran mayoría previstos.

En los inicios del proyecto, las obras de la Variante de Pajares se valoraban en 1.410 millones de euros pero la cifra aumentó poco después. En febrero de 2004 los entonces ministros de Economía, Rodrigo Rato, y de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, presidían el acto de inicio de las obras con la colocación de la primera dovela, y el titular de Fomento cifraba los trabajos en 1.990 millones de euros. Entonces, la idea era que la infraestructura para unir León y Asturias en Alta Velocidad estuviese finalizada en 2009. Actualmente, el proyecto de la Variante de Pajares se cifra en 3.456,9 millones de euros, más del doble de lo presupuestado inicialmente. Baile de cifras, tanto en los plazos para su puesta en marcha como en el importe del proyecto han marcado esta obra que parece no tener fin.

Para muestra no un botón, sino varios, y es que desde el año 2009 las obras complementarias han sido una constante en el proyecto, y el agua el talón de Aquiles de los grandes túneles bajo la cordillera. Entre algunas de las actuaciones ejecutadas para ganar la batalla al agua, destaca una en el año 2009. Mediante un Consejo de Ministros, se autorizaban obras adicionales por valor de 33.619.131 euros en el Lote 4 de la Variante de Pajares, entre Viadangos (León) y Telledo (Asturias). Unas obras adicionales para realizar, según consta textualmente, «ensanches puntales en la carretera de acceso y se excavarán taludes para las balsas de refrigeración y la fosa de retención de aguas provenientes del túnel, entre otros trabajos», además de «sondeos geológicos complementarios que permitan conocer con antelación las posibles afluencias de agua en el túnel y su entorno, así como realizar un mejor seguimiento del comportamiento del terreno».

Ésta no fue la única inyección económica para paliar el avance del agua. En septiembre de 2010 el Consejo de Ministros autorizaba al Ministerio de Fomento la realización de diversas actuaciones adicionales y de mejora en el interior de los túneles de Pajares, con un presupuesto de 257.899.104 euros. Con estas obras adicionales se pretendía «la impermeabilización definitiva y la ejecución del drenaje de aguas, la solera del túnel, las aceras de evacuación, las canalizaciones para cables y la construcción de falso suelo en galerías y cuartos técnicos». Tampoco en esta ocasión fue suficiente. En mayo de 2013 el entonces secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda del Ministerio de Fomento, Rafael Catalá, visitaba la vertiente asturiana de la Variante. Catalá confirmaba entonces que las evitar las filtraciones de agua era imposible, y anunciaba la canalización y encauzamiento hacia la cuenca asturiana, abogando por aplicar una solución que ha tenido un gran éxito en los túneles de Guadarrama. Otro de los problemas a lo que hacía referencia era el deslizamiento del terreno en Campomanes, para lo que abogaba por un estudio geotécnico. La contención de esta ladera ha supuesto inversiones que superan los 30 millones de euros.

En junio de 2014, el Comité de Dirección de Adif Alta Velocidad aprobaba una inversión de 1,03 millones de euros (IVA incluido) para la elaboración del estudio y la ejecución de las obras de actuaciones correctoras de sellado de sumideros en superficie y tratamientos en los cauces de los arroyos Alcedo y Folledo, en la zona de los túneles de Pajares. En octubre de 2014 era la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, quien visitaba las obras de la Variante y señalan que se había puesto solución a las filtraciones de agua en el interior de los túneles de base de Pajares. Para lograrlo, incidía la titular de Fomento, se llevaban a cabo dos actuaciones, por una lado la impermeabilización de arroyos mediante la aplicación de una base de hormigón y materiales propios de un cauce fluvial, y en el interior, mediante el empleo de un material de sellado especial diseñado específicamente por el CSIC, y la instalación de láminas sujetas a las dovelas para conducir el agua hasta la base del túnel y encauzarla hasta el exterior, a los cauces fluviales, previa depuración.

Nada más lejos de la realidad. El agua sigue siendo una constante en estas faraónicas obras pesar de todas las actuaciones que se han venido acometiendo, entre las que destacan las anteriormente citadas. Sin embargo, las filtraciones siguen estando ahí. El pasado mes de febrero desde Adif se cifraba la pérdida actual de agua en la variante en 300 litros por segundo.