Los sindicatos temen que el negacionismo de la violencia machista se traslade a los jóvenes

Los sindicatos temen que los jóvenes recojan el discurso de la ultraderecha que se está remarcando desde un bipartito a nivel autonómico con políticas de igualdad que critican "sus discursos negacionistas ponen en peligro avances que hemos tenido", dice Milagros Ballesteros, responsable de políticas de igualdad de UGT, en la conmemoración del Día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres . Pero lamenta que ese pensamiento, negando la existencia de la violencia machista, se esté trasladando a los jóvenes, como deja ver el barómetro de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción. Según este documento, uno de cada cinco hombres de entre 15 y 29 años niega la violencia machista y dice que es una invención ideológica. 

Por primera vez, los sindicatos apostaron por una voz masculina para leer el manifiesto de oposición a la violencia machista adelantándose una jornada al Día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres. Una voz que subrayaba que se están produciendo de manera excesiva. Los sindicatos lamentan que no haya estadísticas claras sobre los casos de violencia sexual laboral que saben que son muchos más que los nueve casos que UGT ha atendido en el último año sobre esos acosos sexuales en el trabajo.

En lo que sí están trabajando con fuerza es en que las empresas cuenten con planes de igualdad, a los que asocian protocolos contra el acoso. UGT tiene sobre la mesa 14 proyectos para grandes empresas bercianas, pero también asume que, más que cuestión de conciencia, es la obligatoriedad de la ley, que marca necesarios esos documentos, los que los empujan. De todos modos, solicita que se apliquen esos planes de igualdad para avanzar en esas políticas. 

Treinta y ocho mujeres asesinadas en lo que va de año, 3 en Castilla y León, pero, Ballesteros tiene claro que "el asesinato es la punta del iceberg".

Por su parte, desde CCOO, Isabel Maroto asegura que ella misma fue discriminada laboralmente y el problema no ha cambiado, sino que avanza "tenemos casos como el de Nevenka o el de Raquel Díaz" que, de una manera o de otra, no llegan a condenarse porque "el patriarcado se reinventa", apunta. Ambas acusan a la Junta de recortar presupuestos para luchar contra la violencia machista o incluso para programas formativos que ayudaban a salir adelante a las víctimas.