Los regantes del Órbigo piden al Gobierno claridad sobre las nuevas balsas

Aseguran que el sistema "no puede soportar una sola hectárea más" ante la posibilidad de destinar ese agua también al Páramo Bajo

L.N.C.
12/04/2023
 Actualizado a 12/04/2023
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Los regantes del Sistema Órbigo han pedido este miércoles "claridad" al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico en torno al proyecto de construcción de las balsas del Órbigo y conocer "cuál es el destino real del agua que se almacene allí o de cualquier alternativa que se plantee".

Así, han querido dejar claro que su sistema "no puede soportar una hectárea más" y que el agua almacenada "no iría destinada al Páramo Bajo, sino a las 53.000 hectáreas de regadío y resto de usuarios dependientes de Barrios de Luna" señalando además que no existen las infraestructuras necesarias para transportar ese agua a una zona "a la que no le queda otra alternativa que seguir adscrita en el futuro al Embalse de Riaño".

Los regantes han querido poner en perspectiva los hechos ocurridos a través del siguiente comunicado:

A primeros del mes de enero de 2023, la Dirección General del Agua, dependiente de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente del MITECO, publicó la licitación del “Pliego de prescripciones técnicas para el contrato de servicios de redacción del proyecto de construcción de las presas sobre los arroyos de La Rial y Los Morales”, en cuya memoria justificativa viene a decir que ambas presas se llevarán a cabo para suministrar agua al Páramo Bajo, actualmente dependiente del Embalse de Riaño, de donde no se podrá seguir sirviendo una vez que se completen los regadíos de Payuelos. El pasado 31 de marzo de 2023 se nos anuncia un nuevo Pliego de Condiciones Técnicas para la licitación de un “Estudio de Alternativas de regulación adicional de la cuenca del río Órbigo y sus afluentes en la provincia de León”.

En todo este proceso, el MITECO, la Dirección General del Agua y la CHD han permitido que se agrande la ceremonia de la confusión, sin corregir públicamente el error que aparece en el Pliego de Prescripciones Técnicas, ni aclarar cuál es el destino real del agua que se almacene en las Balsas del Órbigo o de cualquiera otra alternativa que se plantee. Para arrojar un poco de luz sobre este asunto, quizás convenga hacer un breve repaso cronológico de todo lo acontecido desde que se desestimó la construcción del Embalse de Omaña y que nos ha llevado al punto actual en el que nos encontramos:

1º. A finales del mes de julio de 1951 se inicia la explotación del Embalse de los Barrios de Luna, destinado a satisfacer el riego de una superficie de 45.000 has, a la que habría que añadir abastecimientos, usos industriales, caudales medioambientales, etc. Dicha superficie de riego quedó cerrada a mediados de los años 70 del siglo pasado, una vez desarrolladas todas las zonas regables de los Canales del Estado que se sumaron a las de los regadíos tradicionales ya existentes.

2º.- Después de que en el año 1993 se desestimase la construcción del Embalse de Omaña por la Declaración de Impacto Ambiental Negativa, en el año 1995 sale a información pública el Anteproyecto de “Acondicionamiento del Canal del Páramo y Balsas de Regulación” para incorporar al Sistema Órbigo 6.000 has segregadas del Páramo Bajo, que quedaron al norte del canal que debía dar suministro a dicha zona regable partiendo de la elevación de Villalobar en el río Esla. La Confederación Hidrográfica del Duero sacó adelante el proyecto, integrándose dicha superficie en la zona regable dependiente del Embalse de Los Barrios de Luna a partir del Año Hidrológico 2001-2002. Si a esto le unimos otras ampliaciones realizadas por diferentes concentraciones parcelarias ejecutadas en Comunidades de la Zona Regable, da como resultado la superficie por la que se reparte el agua en la actualidad, que es de 53.000 has, 8.000 más de las previstas inicialmente, todo ello fruto de decisiones políticas sin tener en cuenta criterios técnicos.

Tenemos que tener en cuenta que también se han ido sumando abastecimientos (León, Mancomunidad del Órbigo, La Bañeza y otras pequeñas poblaciones), usos industriales, así como el progresivo aumento de los caudales medioambientales que detraen importantes cantidades de agua del Embalse.

3º.- Cuando las Comunidades comprueban que la ampliación de la zona regable no tiene marcha atrás, en la Asamblea General celebrada por el Sindicato Central del Embalse de Barrios de Luna el 27 de diciembre de 2001 se aprueba solicitar al entonces Ministerio de Medio Ambiente, la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta y la Confederación Hidrográfica del Duero que se den los pasos oportunos encaminados al incremento de regulación del Sistema Órbigo y sus afluentes. Tuvieron que pasar casi 8 años para que la Confederación sacase a licitación el Estudio de Regulación Adicional del Río Órbigo y sus afluentes, que finalmente es adjudicado el 29 de diciembre de 2009. Se entrega dicho estudio a principios de 2011 y es en el año 2013 cuando la Confederación opta por la alternativa de las Balsas de La Rial y Los Morales de entre todas las propuestas planteadas, por considerarla técnica, ambiental y económicamente la más viable, incluyéndola en el Plan Hidrológico de la Parte Española de la Demarcación Hidrográfica del Duero aprobado en junio de dicho año.

4º.- En junio de 2015 se elabora el Estudio de Impacto Ambiental “Actuaciones de regulación lateral del Río Órbigo mediante los Embalses de La Rial y Los Morales” para ser enviado a la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural. Tras tres años de estudio en los que se recogen miles de alegaciones, se recaban numerosos informes a la Confederación Hidrográfica del Duero y la Dirección General de Medio Natural de la Junta de Castilla y León, el 22 de mayo de 2018 se aprueba la Declaración de Impacto Ambiental favorable, publicándose en el Boletín Oficial del Estado el 31 de mayo de 2018. No se trata de un estudiado realizado por 4 amigos mientras toman algo en la terraza de un bar, si no de un informe que se inicia en el año 2011, del que una vez examinadas las alternativas por un período de 2 años, se emplean 2 más para elaborar el anteproyecto y la Declaración de Impacto, que son analizados concienzudamente durante otros tres años para corregir las deficiencias observadas por los técnicos, predominantemente de corte ambientalista, hasta aprobar la DIA favorable, con todas las correcciones y añadidos que estimaron oportunos. Dicha DIA tenía una validez de 4 años (hasta mayo de 2022), aprobándose una prórroga de la misma de 2 años que concluirá en mayo de 2024, publicándose a primeros del presente año el Pliego de Prescripciones Técnicas para licitar el Proyecto, tal y como ya hemos manifestado con anterioridad.

Una vez realizado este análisis histórico de los hechos y dada la controversia que el asunto está teniendo en nuestra zona y en la sociedad leonesa en general, debemos decir lo siguiente:

1º.- Los regantes adscritos al Sindicato Central de Barrios de Luna hemos venido demandando un incremento de regulación que complemente la reserva del Embalse de Los Barrios de Luna porque lo consideramos necesario, máxime si tenemos en cuenta los estudios e informaciones trasladados por todo el mundo científico, consistentes en que el cambio climático traerá aparejado una disminución de las aportaciones y mucha inestabilidad meteorológica, que alternará periodos de abundantes precipitaciones con otros de sequía prolongada. Si bien somos los responsables de haber demandado reiteradamente dicho incremento de regulación para nuestro sistema de explotación, en ningún momento hemos intervenido ni tomado partido en la elección de la alternativa más viable, tarea que recaído en los técnicos de la Confederación y el Ministerio.

2º.- Como hemos dicho anteriormente, las nuevas regulaciones que se ejecuten servirán para complementar la reserva de Barrios de Luna y el agua acumulada en ellas se repartirá equitativamente entre las 53.000 has del Sistema. El Sindicato Central se encarga desde la sequía de 1995 de repartir el agua disponible en cada campaña (reserva del embalse, aportaciones de los afluentes, escorrentías, etc) entre todos sus usuarios por igual, sin tener en cuenta la ubicación privilegiada que cada Comunidad pueda tener dentro de la zona regable.

3º.- En cualquier caso, queremos dejar dos cosas muy claras: una, que el Sistema Órbigo no puede soportar la incorporación de una sola hectárea más; y dos, que el agua de las balsas no iría destinada al Páramo Bajo, sino a las 53.000 hectáreas de regadío y resto de usuarios dependientes de Barrios de Luna, tal y como el sistema está configurado en la actualidad. Por un lado, las infraestructuras de regulación que se pretenden construir tienen una capacidad máxima de 33 Hm3 y serían totalmente insuficientes para suministrar de caudal a una zona regable de 24.000 has, que es la superficie que riega el Páramo Bajo; por otro, no existe ahora mismo ninguna infraestructura que permita trasportar el agua desde las Balsas del Órbigo a las fincas de la zona regable citada, que no le queda otra alternativa que seguir adscrita en el futuro al Embalse de Riaño, tal y como lo han explicado en reiteradas ocasiones los propios responsables de la Comunidad, hartos también de esta controversia.

Por lo tanto, todo lo que se viene manifestando en los últimos tiempos es pura quimera y reiteramos nuestra petición al MITECO y a la CHD para se aclare la confusión generada y les urgimos a que se siga adelante con la redacción del proyecto y la licitación de la obra que culmine con la ejecución de unas infraestructuras de suma importancia para la viabilidad de los regadíos del Órbigo. No es lógico realizar la inversión que estamos llevando a cabo en la modernización de nuestros regadíos para después no disponer de un recurso imprescindible como es el agua.
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