Los Quebrantos, el paso que pide ser calle

Primero había sido la pasarela de los Quebrantos, luego fue el paso de los Quebrantos y ahora quiere ser la calle de los Quebrantos. La conexión peatonal entre las calles Astorga y Gómez de Salazar ha ido mutando con el avance del proceso de integración del AVE y ahora los vecinos de la zona ferroviaria quieren una solución definitiva.

Cuando se suprimió el paso a nivel del Crucero en 2011 y se puso en servicio el fondo de saco que ahora se quiere suprimir con el soterramiento, se desmontó la pasarela que había servido hasta entonces para sortear las vías y se desarrolló un paso peatonal. Ahora, dicho paso se ha destruido para poder ejecutar el cajón ferroviario que permitirá la salida subterránea de los trenes hasta superar la avenida Doctor Fleming.

Las actuaciones complementarias al proyecto del soterramiento prevén que se vuelva a habilitar un paso peatonal entre la calle Astorga y Gómez de Salazar, pero los vecinos de la zona oeste reclaman que se aproveche la ocasión y se ensanche este vial que se cruzará de forma perpendicular con el gran paseo peatonal que irá desde la avenida de Palencia hasta Doctor Fleming y que culminará en un mirador que permitirá contemplar la salida de los trenes en un barrio de notable tradición ferroviaria.

El cimiento del muro que va a separar este paseo del resto de los terrenos de Adif –en los que la planificación urbanística prevéuna zona verde, una calle y también edificios de viviendas– permite ver que se mantendrá la anchura del paso peatonal ejecutado provisionalmente en 2011 y es por eso que los vecinos demandan que se amplíen sus dimensiones. Es decir, que no sea paso peatonal, sino calle peatonal.

De forma paralela, las obras del soterramiento prosiguen a buen ritmo. En el gran paseo peatonal pueden observarse ya las estructuras de las cristaleras circulares y de colores que van a permitir que entre luz natural en los andenes soterrados.

Además, ya se ha completado el vaciado del cajón ferroviario y se trabaja también en la ampliación de la estación (para que pueda dar servicio a la nueva zona de embarque soterrada) y en su urbanización exterior.

Cabe recordar que el último plazo fijado para la conclusión de la obra civil del soterramiento es el primer trimestre del próximo año, aunque luego será el momento de probar las nuevas instalaciones para garantizar que los trenes pueden circular con total seguridad. Es por eso que no será hasta unos meses más tarde cuando el soterramiento pueda ponerse en servicio.