Los que vienen

Sin perder de vista la necesidad de vigilar y prevenir las conductas antisociales entre los menores, lo que tampoco se puede es perder la ilusión por unas generaciones que guardan mucho de bueno

Ha habido un repunte en las infracciones penales y conductas antisociales por parte de los menores
26/08/2018
 Actualizado a 16/09/2019
No sería justo generalizar ni dar por sentado que los adolescentes beben más, hacen más ‘peyas’ o se meten en más líos. Cierto es que como revela la memoria del Grupo Paidós, ha habido un repunte en el número de infracciones penales y conductas antisociales por parte de los menores de la capital leonesa. Pero también será que los agentes de la Policía Local están haciendo bien su trabajo y estas actuaciones que antes puede ser que pasaran desapercibidas ahora llenan estadísticas. Y por qué no, quizá sea igual de cierto que la edad a la que los menores comienzan a beber ha bajado, como ha subido la edad de maternidad, la sociedad ha ido cambiando. El caso esque sin perder de vista la necesidad de vigilar y prevenir las conductas antisociales entre los menores, de combatir prácticas como el botellón o de proporcionar una educación que forme a nuestros futuros hombres y mujeres en valores, lo que tampoco se puede es perder la ilusión por unas generaciones que gardan mucho de bueno, chavales que crecen con ilusión como los que estos días aguardan impacientes descubrir el misterio de la cápsula del tiempo de Boca de Huérgano. Un grupo de amigos que ha desenterrado la infancia de otro grupo que quién sabe dónde estará hoy. La ilusión de esos niños, el cómo la transmiten a sus familias, a sus pueblos e incluso a las redes sociales, donde han generado una expectación que, en su jerga, se puede cifrar en más de 1.200 veces que se ha compartido el post en facebook, hace creer en ellos.
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