Gracias Mauricio. Ya son muchos años en la batalla y el bueno de Mauri es de los que huele el viento, como los topillos cuando se acerca la primera nevada del año, de las de verdad, no el amago que nos cayó la semana pasada.
Y los que huelen el viento (Mauri, los topillos, los que no son tertulianos ni candidatos, los que no tienen amo que les mande ladrar...)saben que se acercan malos tiempos para la verdad. Nos pintarán de colores la realidad.
Se encenderán las luces de los grandes almacenes, pero en las casas siguen apagando antes los radiadores, que Soria aprieta más que unos zapatos de dos números menos de los que calzas.
Se multiplicarán los ‘papanoeles’ que suben hasta la ventana cargados de regalos y venturas... pero nunca llegan arriba, pasan dos meses atascados a un metro del final y el que quiera regalos que los compre en los grandes almacenes, que por algo encendieron las luces.
Ya han comenzado los debates convertidos en carreras de gentes que quieren prometer más que el rival, pero la sabiduría popular ya lo había resuelto hace mucho tiempo:«Prometer hasta meter pero una vez metido nada de lo prometido» que viene a ser «prometer hasta ganar pero una vez ganado me olvido de lo que había contado»...
Gracias Mauri. La niña y sus sueños son la única verdad de hoy.
Lo más leído