Los que entran no son los que salen

La Lista Roja del Patrimonio ha sido utilizada muchas veces como baremo para medir el estado de abandono de nuestros bienes, pero es posible salir de ella, ¿cuántos bienes lo logran?

Fulgencio Fernández
21/11/2017
 Actualizado a 15/09/2019
Palacio Conde Luna de León.
Palacio Conde Luna de León.


La Lista Roja del Patrimonio, que elabora la Asociación Hispania Nostra a nivel nacional, viene siendo noticia con frecuencia, en la mayoría de los casos porque es utilizada como «arma arrojadiza» para denunciar el abandono del patrimonio en una comarca o en una provincia. Y en León sabemos de ello pues es de las provincias con más bienes patrimoniales incluidos en ella.

A quien le toca defenderse de esas acusaciones, las administraciones por lo general, siempre acude a los mismos argumentos: Que no es una lista realizada con criterios científicos, que depende de las ‘denuncias’ de colectivos o particulares, que muchas de estas denuncias tienen intereses como presionar para lograr ayudas...
Que son ciertas las disculpas pues esta Lista Roja se elabora así, enviando un formulario y documentando el mal estado, lo que no evita que haya otros monumentos en peor estado e, incluso, más valiosos, pero... Hispania Nostra la defiende argumentando que no pretende ser científica ni el listado más completo, simplemente «pretendellamar la atención de la sociedad y de sus propietarios, promoviendo intervenciones positivas que eviten el incremento del deterioro o la desaparición de bienes culturales. También apoyar y animar a asociaciones locales de defensa del patrimonio y a particulares, reforzando sus reivindicaciones sobre los monumentos y entornos de su área de acción. Hispania Nostra actúa bajo el convencimiento de que lo que se valora y se aprecia, se cuida y se custodia».

Bien es cierto que aunque no son «sus investigadores» quienes la avalan y crean sí explican que existe un comité científico. «La información recibida sobre un bien es estudiada por este comité científico, integrado por un arqueólogo, una restauradora, un director de museo y un arquitecto y son ellos quienes toman la decisión pertinente».

Y no dejarán de ser conscientes de que esta Lista Roja tiene un «gancho periodístico y político» evidente. En el caso de León ha sido un nombre repetido con frecuencia en las Cortes de Castilla y León, esgrimida casi siempre por procuradores de la oposición, como Ignacio Martín Benito (PSOE) o los diversos portavoces leonesistas.

La provincia de León es la que más elementos patrimoniales tiene en esta lista roja de toda la comunidad; y con diferencia. 48 son los incluidos frente a los 32 de Palencia, 31 de Soria, 28 de Burgos y 27 de Zamora, a día de hoy, pues está en constante renovación. Y también es la que más bienes tiene incluidos a nivel nacional, lejos asimismo de los 34 de Zaragoza, 31 de Badajoz, o 26 de Murcia y Jaén. Todo el Principado de Asturias ‘sólo’ tiene 22.

¿Y la Lista Verde? A ella van aquellos elementos patrimoniales sobre los que se realiza una restauración que les permite salir de la temida y mediática Lista Roja. Pero parece que con ella sí se cumple esa maldición que parece pesar sobre el periodismo según la cual las buenas noticias no son noticia o, cuando menos, tienen menos gancho informativo. Sin embargo, mirando el caso de León la Lista Verde podría encerrar tanta información y tanta denuncia como ‘la roja’. Así, desde el año 2010, cuando salió el primer bien (el Palacio del Conde Luna de León, tras su reforma total) sólo otros seis han logrado incorporarse a esta lista del patrimonio indultado, dejando los 55 bienes incluidos en «tan solo» 48. Lo de ‘tan solo’ tiene su cosa pues, como se ha dicho, es la cifra más elevada de España y, por supuesto de Castilla y León.

Queda por ello claro que aquel viejo dicho de «las que entran por las que salen» no lleva camino de seruna realidad nunca en las ‘listas’ del patrimonio de la provincia de León; ya que entrar 55 y salen 7, siendo la primera en abandonar el bando rojo para pasarse al verde el Palacio del Conde Luna de la capital leonesa, después de la profunda restauración que sufrió cuando ya la amenaza de ruina era más que evidente, así como los peligros que sufrían los vecinos, tal y como se denunció en un buen número de reportajes de la época. Fue incluido en la lista en el año 2007 y salió de ella en 2010, cuando finalizó la restauración.

Sin embargo, no son necesarias reformas tan en profundidad como la del palacio leonés para salir de la Lista Roja. Así nos encontramos que en los Canales Romanos de Cabrera fue suficiente con las tradicionales hacenderas de la asociación Pro Monumenta para incorporarse a la Lista Verde; bien es cierto que el mayor problema que tenían era precisamente el abandono, la maleza que había crecido... dado que la matería prima era excepcional al estar excavadas en la roca.

Más curioso resulta el caso de la ermita de San Antonio Abad de Villalquite, en la que se argumenta como motivo del cambio de lista el hecho de que la espadaña ha sido restaurada, pero en el comentario final de la ficha:«En los últimos años se ha llevado a cabo una lamentable restauración de la espadaña de la iglesia».

Ninguno en la lista negra

Dado que el reportaje quería, otra cosa es lograrlo, ver la cara positiva hablando de la Lista Verde, de aquellos que han logrado salir del pozo de la ruina, podríamos señalar en es misma linea que ningún monumento leonés ha entrado en la llamada Lista Negra de la misma asociación, Hispania Nostra, en la que «se incluyen todos los bienes que han sido retirados de la Lista Roja al haber desaparecido o haberse alterado sus valores esenciales de manera irreversible».

Otra cosa es que los haya.




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