Los que cruzaron el charco

El Etnográfico de Mansilla acoge una exposición sobre la emigración a América

Fulgencio Fernández
09/10/2018
 Actualizado a 18/09/2019
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Muchos son los pueblos de esta provincia —y de otras de la comunidad— en los que se recuerda la imagen de numerosos «hijos del pueblo», los más jóvenes y decididos, con una vieja maleta en la mano, cuando no con un simple hatillo, camino de algún vapor que desde Gijón o Vigo les llevara a cumplir sus sueños de ultramar.

Porque otros habían ido antes, muchos habían triunfado, y las historias que de ellos se contaban eran el mejor reclamo para que siguiera la costumbre de buscarse el futuro en países como Cuba o Argentina, también en Venezuela, Brasil o Uruguay que, por cierto, recibieron a los españoles, a los leoneses, con los brazos abiertos.
Cuando alguno de estos regresaba con un gran coche, los famosos haigas —se cuenta que por aquello de que decían al vendedor «deme el mejor coche que haiga en la tienda»— se producía un evidente efecto de despertar los sueños de otros, en muchos casos familiares de los que ya habían cruzado el charco.

También los hubo que no hicieron fortuna, pero de esos nada se escribía ni se contaba.

La emigración masiva a América se produjo desde finales del XIX hasta los años 20 del siglo XXLas cifras de esta emigración en Ultramar son espectaculares, especialmente en la provincia de León, por lo que su recuerdo aún permanece muy fresco, en muchos casos gracias a las numerosas obras públicas que realizaron para sus antiguos vecinos —iglesias, casas del pueblo, instalación del alumbrado o teléfono público, los populares casinos y hasta boleras— pues una característica significativa de los indianos leoneses fue la generosidad con sus pueblos.

Este fenómeno de los baúles que se fueron buscando los sueños de Ultramar es el que protagoniza la exposición temporal que la pasada semana se inauguró en elMuseo Etnográfico Provincial ubicado en Mansilla de las Mulas con el título de ‘Memorias de un sueño. La emigración Castellana y leonesa en América’, que promueve la Dirección General de Políticas Culturales de la Junta de Castilla y León dentro de su programa ‘Exposiciones Alacarta’, que se está ejecutando desde octubre de 2012 y que ya ha colgado otras muchas muestras anteriores en las paredes de este museo mansillés, desde el que explican, sobre la exposición actual, que «no es la emigración un suceso puntual sino un fenómeno de larga duración que mantiene unos hilos de relación -personales, institucionales, simbólicos- entre los lugares y las gentes de los que se parte y donde se llega. Un proceso determinante de profunda incidencia y cuyos efectos aún son visibles, tanto en nuestra tierra como en los países de destino, en relación con sus protagonistas, los emigrantes, y con su entorno más cercano, familiar y social». Recuerdan que esta emigración masiva «se produce fundamentalmente a América entre el último tercio del siglo XIX y hasta finales de la década de los años veinte del siglo XX, periodo conocido como el de ‘la emigración en masa’. Durante la Segunda Guerra Mundial se produce un repunte muy significativo de la emigración hacia lugares de larga tradición inmigratoria, como Argentina y algunos destinos europeos; este periodo migratorio se extiende hasta mediada la década de los años 70».

Además de recordar la excelente acogida hacia los españoles enaquellos países —que tal vez no se deberían haber olvidado cuando fueron ellos los que querían venir a España— ahora resulta que en los últimos años «hemos asistido a un relanzamiento de la emigración en nuestro país, motivado por factores socioeconómicos derivados de la crisis económica mundial. Tras muchos años como país receptor de inmigrantes, España se ha vuelto a convertir en país emisor, en una nueva oleada migratoria de distintas características, que tiene como destino países europeos, pero también América o Asia».

La historia contemporánea de estas tierras no se podría entender sin la emigración Explican en los paneles que acompañan a las numerosas imágenes que pueden verse en el Etnográfico provincial que «la historia contemporánea en las tierras que hoy constituyen la Comunidad de Castilla y León no sería comprensible sin tener en cuenta la incidencia de la emigración. Una de las empresas más perdurables de la emigración castellana y leonesa a América será el amplio tejido asociativo que conforma. El estudio del pasado y el presente de estas asociaciones ayuda a visualizar cómo el proceso migratorio constituye un componente imprescindible para el conocimiento de la Historia de Castilla y de la de León».

Pocos son los pueblos en los que no se cuenta una historia de indianos, de emigrantes; desde los que amasaron una gran fortuna —siempre se repite la historia de Pablo Díez y el imperio Coronita— pero también de otros que protagonizaron numerosas anécdotas en sus regresos. Este mismo verano se recordaba en Rodiezmo cómo en las visitas de los Bayón tiraban monedas de duro a la salida de la misa dominical. En la iglesia que ellos sufragaron.
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