Los pueblos que olvidan

Por increíble que parezca, la Cultural que va a camino de conseguir los mejores registros de la historia reciente del club recibió de su hinchada silencio, indiferencia y el inconfundible rumor que desliza el murmullo. Algunos, una minoría, silbaron el juego de su equipo. Como si cada dos semanas se sirviera caviar en el Reino y se les haya afilado el paladar. Otros, la mayoría, la tomaron con el entrenador por uno de sus cambios cuando el equipo pedía a gritos un tercer centrocampista. Mientras, un grupo de entregados jugadores se remangaba las galas porque cada triunfo en esta liga es sufrido. La Segunda B no entiende de etiquetas.

La Cultural sufrió sin ideas, no encontró el balón y corrió detrás de él.Pero ganó. Defendió con la garra de un equipo pequeño para seguir sumando a lo grande. Y lo hizo solo. El ambiente espoleó los gestos de desaprobación de Cristóbal,la desidia de Navas, ¡el desplante de Sultán!…No es la primera vez que Juan Ferrando tiene que soportar la ira de un jugador o de familiares y amigos de aquellos que se sienten imprescindibles. La dirección de la nave puede torcerse si los actores principales se salen del guión. Los jugadores a entrenar y a jugar, el entrenador a elegir y a acertar y la directiva a respaldar sin fisuras a su técnico. Cualquier grieta que se deje de ver acabará con la autoridad de Ferrando en un vestuario ya de por sí agitado por las particulares circunstancias que rodean al club. Mano izquierda y mano dura. Y un poquito de cariño que llega la Navidad. Los Reyes dejan el primer regalo llamado Junior, es ecuatoriano, no catarí, y viene para jugar.Con esmoquin o sin él.Para mi pediré una calculadora nueva.Segundo puesto + 11 jornadas sin perder + 23 puntos de 27 posibles como local + 1 un gol recibido en 7 jornadas = afición fría y mustia…Dicen que «los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla».