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Los progres sí defraudan

22/12/2014
 Actualizado a 19/09/2019
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Cuando Zapatero dejó de proteger a los de la ‘ceja’ ocurren cosas como que Joaquín Sabina –ese gran poeta urbano, buen cantante, rojo confeso y vividor fiel y que a pesar de parecer un buen tipo y ser multimillonario nadie querría para su hija– está en el punto de mira de Hacienda por un presunto fraude fiscal. «¿Tú también?», se pregunta la izquierda progre. Y no sólo él, también Serrat, la Torroja, J.J. Vázquez, Bosé, Bardem y otros que tienen mucha solidaridad de pico pero a la hora de contribuir con su dinero quieren que paguen otros tampoco se escapan de una inspección por acordarse más del Estado al buscar subvenciones o pedir bajadas del IVA que cuando tienen que declarar ingresos.

Hace mucho tiempo («desde que llegó el PP al Gobierno», apuntarán muchos) que la Agencia Tributaria se fijó en actores, cantantes, deportistas, incluso periodistas que trabajan aquí y tributan allá o que piensan que Montoro tiene una fábrica de dinero para repartir la riqueza, tal y como pretenden los comunistas de verdad, que no toda esta chusma de izquierdas que disfruta de grandes cuentas corrientes sin tributar como todo hijo de vecino. Sorprende que si es un empresario o un tío de derechas el que defrauda o se las ingenia para pagar menos entonces la progresía clama contra los ricos y los fachas capitalistas, pero si es un artista de izquierdas el que pudiera ser el estafador, Hacienda es mala o esto una persecución.
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