Los profesores y las Ampas leonesas se muestran contrarios a implantar el pin parental

Desde la Consejería de Educación se descarta la aplicación de la autorización familiar para los contenidos sexuales o sobre igualdad de género

Víctor S. Vélez
22/01/2020
 Actualizado a 22/01/2020
Un padre acompaña a su hijo en el primer día de clase después del verano. | ICAL
Un padre acompaña a su hijo en el primer día de clase después del verano. | ICAL
Durante la última semana buena parte del debate político nacional ha estado protagonizado por la propuesta de un pin parental en los colegios e institutos. La idea lanzada por Vox es que sea necesaria una autorización expresa de las familias para las sesiones en el aula en las que se vayan a tratar cuestiones de educación sexual, igualdad de género o diversidad del colectivo LGTBI.

El pin parental ya funciona en comunidades como Murcia y su posible implantación en otros lugares ha hecho que los profesores y las Ampas leonesas se pronuncien para mostrar su oposición a lo que consideran como "una invención de la ultraderecha". La Junta de Personal Docente de Centros Públicos de León y la Federación Leonesa de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Felampa) aseguran que desde la Consejería de Educación les han asegurado que "no tienen intenciones de entrar en estas dinámicas", algo que valoran positivamente como "buenos pasos". Además, el propio presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, ha descartado la llegada del pin parental a las aulas.

No obstante, desde la Junta de Personal Docente también se habría solicitado a la Dirección Provincial de Educación "una respuesta y que se manifieste en algún sentido" y, para ello, han pedido una reunión. En concreto, el presidente de la Junta de Personal Docente de León, Javier Fernández, recuerda que solamente ha habido tres quejas a nivel estatal sobre este tipo de contenidos y que el pin parental se trata de un "veto o censura con fines electoralistas".

Esta cuestión evidencia, según Javier Fernández, una vez más la necesidad de un Pacto de Estado en Educación para evitar que esta se convierte en "un arma arrojadiza entre políticos de distintos signo para llevar el agua a su molino". "Es peligroso que haya que elegir cada tema al profesor porque hay muchas cuestiones susceptibles ¿Qué pasa con la historia, la filosofía, la economía o la biología? ¿Todo va a ser objeto de evaluación? Puede haber incorrecciones puntuales pero para corregirlas está la Inspección", argumentan desde la Junta de Personal Docente.

La postura de las familias


Al menos desde un punto de vista oficial, representado en este caso por Felampa, las familias tampoco consideran oportuna esta medida. "En la elaboración de los contenidos curriculares dictaminados por la Consejería de Educación ya participan familias plurales", recuerda el presidente, Arsenio Martínez.

El planteamiento de las Ampas es claro: "es mentira que se imparta material pornográfico" y se trata de "contenidos generales para educar en el libre pensamiento". En este sentido, según colectivos como el de Escuelas Católicas es importante que las familias conozcan el proyecto educativo del centro para evitar este tipo de conflictos. "No lo consideramos ilegal pero sí innecesario. Nosotros defendemos la libertad de que los padres puedan escoger el centro en el que quieren que se eduquen sus hijos y que conozcan las actividades del programa anual con la debida transparencia", argumenta Leandro Roldán, secretario autonómico de Escuelas Católicas.

Respecto a la polémica derivada del pin parental sobre las declaraciones de la ministra Celaá de que "los hijos no pertenecen a los padres", desde Felampa consideran que tienen razón y que esto queda probado por el hecho de que cuando los progenitores no cumplen con los derechos de los menores se les retira la custodia. Por su parte, desde Escuelas Católicas consideran que el Estado "no puede suplantar la posición de los padres" y recuerda que estos son "los primeros responsables de la educación de sus hijos".

Un rechazo unánime


Los profesores se oponen frontalmente al pin parental. Manuela Diez, de Anpe León, apela a la "profesionalidad docente y a la libertad de cátedra" ante cualquier tipo de injerencia ideológica, mientras que Ricardo de Dios, representante de Aspes, lo ve "como una cuestión más política que educativa".

Un paso más allá van en UGT al considerar a la propuesta como "retrógrada" y rebautizarlo como 'pin neandertal'. "Se aborda la diversidad pero no solo en el plano afectivo y sexual, también ejes transversales como el respeto a los animales o el cambio climático", señala la portavoz sindical Cristina Espinosa.

Aclarando conceptos


Estas fuentes consideran que en el debate se han colado cuestiones terminológicas erróneas que es importante que se aclaren. De esta manera, apuntan que los políticos han debatido sobre la presencia de estos contenidos en actividades extraescolares, algo que a juicio de los profesores carece de todo sentido puesto que son al margen del horario lectivo y opcionales. Algo similar ocurriría con las actividades complementarias, como asistencia a jornadas o excursiones, que aunque tampoco sean curriculares sí se encuentran en el horario escolar. La opcionalidad vuelve a justificar "el sinsentido" del pin parental.

Paralelamente a estas cuestiones se encuentran una serie de "filtros", como la Inspección Educativa o las propias Ampas, que ejercen de garantías de la imparcialidad de los contenidos que se imparten en las aulas leonesas. "En la educación pública no se adoctrina a nadie", concluyen desde la Junta de Personal Docente.
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