Por ello, la Junta de Personal Docente está reivindicando a la Consejería de Educación la creación de un protocolo que les cubra las espaldas durante la época invernal. Los profesores leoneses no entienden que si se cancela el transporte escolar de algunos colegios e institutos, para garantizar la seguridad de los escolares, desde la institución autonómica no se establezca una política de cancelación de clases. "Las empresas de transporte lo cancelan porque saben que puede haber un accidente pero, sin embargo, la Junta nos obliga a ir. Lo que queremos es que la Consejería establezca un protocolo en el que estemos cubiertos legalmente para que, si la carretera está intransitable, podamos justificar nuestra ausencia", explica Cristina Espinosa del sindicato UGT.
De este modo, consideran que se trata de una cuestión de "derechos de los trabajadores" y que no pueden estar "jugándose la vida" para llegar a unas aulas en las que, además, no habría alumnos ya que no tampoco pueden desplazarse. "Igual que hay una orden que regula los centros de especial dificultad por su orografía, debería existir un protocolo en el que se planteara esta especial necesidad de determinadas zonas de la comunidad", señala esta docente insistiendo en que se trata de un problema que afecta especialmente a la provincia leonesa.
¿Para el curso que viene?
Desde el sindicato UGT consideran que este tipo de decisiones se suelen tomar "a largo plazo", por lo que todavía no tienen claro que esta petición de pueda hacer efectiva para el curso que viene. Por ello, ante las más que probables nuevas nevadas que se producirán en León este invierno, muchos profesores tendrán que 'jugársela' al volante como ya hicieron a comienzos del pasado noviembre. "Nos encontramos con una Administración a la que todo lo que le pedimos es no", manifiesta Espinosa.
La Junta de Personal Docente, formada por diferentes agrupaciones sindicales que representan los intereses de los profesores de la enseñanza pública, denunció en el balance del primer trimestre del curso que existe una "negligencia" que se repite "año tras año". Así, la comunidad docente considera que existe una "dejación de responsabilidades" tanto de la Consejería como de la Dirección Provincial de Educación. "Nos resulta del todo incomprensible cómo es que las empresas de transporte que llevan los alumnos al centro sean más responsables que la propia administración", expresaban desde UGT en el borrador elaborado para ese balance de los primeros meses del curso.
De esta manera, desde este sindicato ponen el ejemplo real de una profesora de La Robla que, tras varias horas atrapada en la nieve por el mal estado de las carreteras, supuestamente habría recibido un aviso para que justificara el porqué del retraso o, de lo contrario, "se le descontaría de su sueldo". "Como Tráfico ya no da justificantes por esto", los profesores consideran que están "vendidos" y, por eso, piden que la Consejería de Educación se ponga manos a la obra y establezca un protocolo de actuación para temporales invernales. El invierno avanza y, por el momento, no hay novedades respecto a esta petición.
"Tenemos que coger un hotel"
Una profesora del CRA de Puebla de Lillo ha relatado a este periódico algunos de estos obstáculos que se encuentra en su recorrido diario desde León hasta su puesto de trabajo en el municipio de los Picos de Europa. La docente explica que siempre están pendientes de las previsiones meteorológicas y que "la semana que nieva hay que coger un hotel para asistir a clase". Una posibilidad de la cual reconoce que no todos sus compañeros pueden hacer suya. "Si vives lejos no vas a jugarte la vida, llegas tarde. Pero, cuando hay nieve, tenemos igualmente la obligación de ir y el lugar en el que vivamos es cosa nuestra", señala la maestra de Puebla de Lillo.
Según su testimonio, muchas veces "prácticamente hay que jugarse la vida para llegar" y no siempre están todos los alumnos en la escuela. "Aquí la gente está muy acostumbrada a convivir con nieve y, aunque los del pueblo vienen todos, los de otras localidades se quedan sin venir", explica la docente.
Debido a esta escasez de alumnos en las jornadas más blancas del invierno, la profesora del CRA de Puebla de Lillo señala que tiene que reestructurar sus clases. "No es una jornada normal, nos lo impide. Lo que hacemos es no avanzar con los contenidos y dedicar el tiempo a otro tipo de actividades", explica.