No obstante, una gran parte de los centros educativos de la provincia de León, especialmente en Secundaria, ya habían realizado las pruebas para calificar a los alumnos antes del cierre de aulas. Los que no lo hicieron o no pudieron culminar el proceso de evaluación tienen de plazo hasta este jueves, puesto que el viernes comienza el parón lectivo de la Semana Santa que se prolongará hasta el 14 de abril.
Una instrucción de finales de la semana pasada de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, que firma el director general de Centros, Planificación y Ordenación Educativa, José Miguel Sáez, concreta algunos aspectos sobre cómo debe ser el inminente cierre de esta segunda evaluación. En este sentido, los docentes leoneses deberán tomar como referencia los contenidos que se han impartido hasta el 13 de marzo, día en el que se suspendió la actividad presencial en los centros educativos de toda la comunidad.
Entre las instrucciones autonómicas figura que los tutores de los centros educativos que hubieran realizado el proceso de evaluación antes del cierre de aulas facilitarán las notas a las familias "preferentemente a través de medios electrónicos". También, otros colegios e institutos están optando por colgar el boletín de calificaciones en la plataforma 'IES Fácil'.
Facilitar la "evaluación continua"
En las directrices autonómicas se concluye que, dado que la evaluación tiene un "marcado" carácter continuo y formativo y con la finalidad de reconocer el esfuerzo realizado por el alumnado durante la suspensión de actividades presenciales, también se podrán tener en cuenta las tareas, proyectos, actividades o pruebas realizadas antes del fin de la actividad presencial. Una apuesta por la evaluación continua que también es la corriente predominante dentro de los docentes.
De esta manera, desde la sección de enseñanza de UGT León, Cristina Espinosa también aboga por una "evaluación conjunta en la que se pongan de acuerdo todos los profesores". "Las evaluaciones deben ser conjuntas y cuantificarlo todo con un examen no siempre es bueno porque la clase es el día a día", reflexiona la portavoz docente.
Por su parte, desde CSIF señalan que muchos docentes ya están haciendo "exámenes y preguntas a sus alumnos" por 'Skype' para poder ajustar más la calificación. "Puede dar la sensación de que la segunda evaluación quedó cerrada, pero lo importante es que eso pase a la realidad. Es una evaluación bastante especial pero se puede hacer porque, además del examen, estas los deberes, las tareas del cuaderno...", indica el representante sindical Javier Fernández.
"Flexibilidad y sentido común"
Este atípico cierre de evaluación no exclusivo de la enseñanza pública y desde Escuelas Católicas, a través de su dirigente autonómico Leandro Roldán, manifiestan que "debe primar el sentido común y la flexibilidad para que los alumnos no sean los perjudicados". "Lo que se ha visto afectado es una pequeña parte del trimestre, por lo que hay herramientas para realizar la segunda evaluación. Queda tiempo para estudiar qué hacer en la siguiente y los criterios que establecer", apunta Roldán.
Y es que, precisamente, la manera de afrontar el último trimestre del curso será el próximo quebradero de cabeza de la comunidad educativa. De hecho, muchos profesores leoneses apuntan a que "lo más probable es que no se vuelva este curso a las aulas".
¿'Levantar la mano'?
Ante esta situación inédita, desde la Federación Leonesa de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Felampa) se sugiere incluso la idea de "levantar la mano" y que los profesores sean más condescendientes en el apartado académico debido a la situación que se vive dentro de muchas familias. "El sentir de las Ampas de la provincia es que se está mirando demasiado el objetivo de la educación, cuando la situación es la que es. Hay que tener en cuenta la situación emocional de cada familia y de cada alumno", plantea el presidente Arsenio Martínez.
De esta manera, el presidente de las Ampas leonesas advierte de las situaciones de "estrés" que están surgiendo dentro de muchas familias, poniendo como ejemplo que los padres no puedan ayudar en las tareas por no tener conocimientos informáticos, las limitaciones de tener que compartir dispositivos entre varios hermanos o los problemas de conexión "especialmente en el medio rural". "Proponemos más tareas competenciales en asignaturas lingüísticas o matemáticas", comenta Martínez.
Sobre el debate de si 'levantar la mano' los profesores avisan que "intentarán la evaluación sea lo más justa posible", pero sin que eso implique en ningún caso una falta de compromiso por parte del alumno. "No consiste en levantar la mano sobre los contenidos, pero sí en ser flexibles con ciertas situaciones", matiza al respecto Leandro Roldán.