Los problemas más cercanos

Difícil lo tienen todos los partidos sin excepción para que el electorado pueda llegar a creer que de verdad están preocupados por sus problemas y no por resolver los enfrentamientos que las ambiciones personales de sus representantes generan

En Vox los enfrentamientos empezaron mucho antes que las propuestas; las izquierdas ven lejos una confluencia
07/03/2019
 Actualizado a 16/09/2019
Difícil lo tienen los partidos en esta época para que el electorado crea que están pendientes de resolver los problemas de la calle y no las ambiciones personales de sus representantes. La batalla se libra bajo en todas las siglas, y asistimos a inesperados brotes de dignidad política (acaso de presunta conciencia) de quienes se quedan fuera de las listas, o no ocupan el lugar que creen merecer) y se van dando un portazo. Lo vimos en el caso de Silvia Clemente y Ciudadanos hace algo más de una semana, lo vimos ayer en el caso de la ya ex socialista vallisoletana Soraya Rodríguez. Más allá de esos casos aislados, los descontentos dan mucho de sí, y los ‘dedazos’ también. En versión loca, ayer mismo tres miembros del PP de La Robla decidieron abandonar el partido porque dicen que les han impuesto una candidatura que no comparten. Lo cierto es que la democracia interna de los partido deja mucho que desear, sin excepción. En el PSOE, las aguas se han revuelto desde que se supo de las imposiciones que querían llegar desde Madrid... y que está aún por ver si llegarán. Se augura una votación muy tensa para esta tarde, de la que tendrán que salir las listas de candidatos por León. En Vox, los enfrentamientos empezaron mucho antes que las propuestas... y en las izquierdas ven cada vez más lejos una confluencia que les permitiera soñar.
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