Los personajes del tío Ful: Tanis, sastre en Sahelices de Sabero

No necesita apellidos, en todo el valle de Sabero y otros cercanos, todo el mundo conoce a Tanis , ‘el sastre’. Aunque él insiste en su pueblo: Sahelices de Sabero. «Aquí nací y nunca quise marchar, aunque sí tuve oportunidades pues me llamaron, para Oviedo y otros sitios».

«Fui sastre toda la vida, por todos estos pueblos y también trabajé para la empresa, les hacía los trajes de los vigilantes». Cuando alguien en esta comarca dice la empresa se ha por hecho que habla de Hulleras de Sabero.

- ¿Serías buen sastre?
- Para algunos, otros dirán que no.

Recuerda Tanis que primero le iban a buscar a casa, pero con el tiempo «empezaron a venir desde León e iban por las casas», por lo que también él comenzó a ofrecer el mismo servicio. «Me compré la furgoneta y a recorrer los pueblos; además teníamos la tienda aquí en el pueblo, por si fallaba lo de la aguja. Allí había de todo, de libros hasta el mosaico de Philips».

El siguiente enemigo fue «la confección, pues tu tenías que probar por lo menos un par de veces al que te hacía el encargo, pero apareció la confección, los grandes almacenes, a los que iban y salían con el traje puesto».

Y fue sorteando los tiempos como pudo. «A mí nunca me faltó qué coser, pero es cierto que había llegado a tener cinco chicas trabajando y me tuve que quedar con dos».

Su especialidad eran los trajes para hombres, «que siempre fueron menos complicados, las mujeres eran más exigentes y, todo hay que decirlo, sus cuerpos son más complicados».

- ¿Hay traje para cualquier cuerpo?
- Todo es cuestión de medir, hasta que ajuste.