Los personajes del tío Ful: Raúl Álvarez, jugador de la Cultural en Primera

Con 18 años se vio jugando en Primera División, pudo ir al Valencia pero "pasó aquel tren" y empezó a pensar en otro futuro, se retiró con 26 años y es un empresario de éxito

Fulgencio Fernández y Laura Pastoriza
01/02/2020
 Actualizado a 01/02/2020
388531102
Con 17 años había sido internacional juvenil y Matías Prats le llamó en la retransmisión El Zarra Leonés, con 18 años se vio en aquella Cultural de Primera División (1955-56) y todo un futuro por delante. Llegó con fuerza cuando al gran César comenzaban a fallarle las fuerzas y ya se iba, los dos eran delantero centro y el Divino Calvo le apadrinó de la mejor manera que se puede creer en alguien, llevándole a probar por el FC Barcelona. Allí estuvo cuatro meses Raúl, les convencía a los rectores azulgranas pero el leonés hizo gala de lo que siempre ha tenido, la cabeza muy bien amueblada. «Fue maravilloso ir a probar, pero yo era delantero y cuando veía allí entrenando a Basora, al gran Kubala, a Luisito Suárez, que fue el único Balón de Oro español, a Eulogio Martínez, al argentino Villaverde... pensé, como no los envenene no sé cómo voy a jugar». Y regresó a León para seguir su carrera.
Pronto le llegó otra gran oportunidad, en este caso del Valencia, el reciente rival de la Cultural en la Copa del Rey. Ahí se mostró más ilusionado. «Todo estaba hecho, al Valencia le interesaba, a mi también me ilusionaba porque era un club grande y ahí si me veía con oportunidades pero la directiva no estaba por la labor y se descolgó pidiendo una cantidad de dinero imposible para la época... y se acabó».

Dice Raúl que ahí sí tuvo la sensación de que se le había pasado el tren del fútbol profesional. «En la vida tienes una oportunidad, pasa un tren, si no lo coges lo mejor es pasar página».

Y fue lo que comenzó a hacer, a pensar en el futuro. «No me veía toda la vida jugando en Segunda División, veía a compañeros ya veteranos y pensaba que cuando acabaran en el fútbol no tenían nada, ni dinero ahorrado ni una formación y...».

Y con 26 años se retiró para empezar una nueva vida, en la que aún sigue. Es un empresario conocido y valorado, ahora en el sector de la sanidad, sigue acudiendo todos los días al trabajo...

- ¿Aquel fútbol era diferente?
- Uf. Nada que ver. Jugábamos en barrizales, teníamos cuatro balones oficiales para jugar toda la temporada, no nos podíamos cambiar la camiseta empapada y embarrada al descanso... ahora, eso sí, en León éramos dioses.
Lo más leído