Los personajes del tío Ful: Mundi el de El Infierno

Mundi está a la puerta de El Infierno, al lado del cartel de ‘Se traspasa por jubilación’ y todos los que pasan, a pie o en camiones de reparto, le saludan, le dicen unas palabras. Raimundo Alonso lo pasa muy mal, son demasiados recuerdos, demasiada vida, demasiados amigos que embala en las cajas de una nueva vida.

- ¿Muchos años Mundi?
- 48 años, desde 1973. Estaba haciendo la mili en el Gobierno Militar y ya lo cogí.

Incluso fue un teniente quien le regaló el nombre, que podía parecer una locura pero no a Mundi. Comenzaba casi medio siglo en el que El Infierno ha sido un referente del Húmedo y Mundi más.

- ¿El secreto?
- Yo creo que no tengo clientes, tengo amigos, gentes que forman parte de la historia del bar y son los que han estado ahí cuando venían mal dadas, que hubo varias crisis fuertes en este tiempo.
- ¿Qué gentes?
- De todo tipo, de toda condición e ideología, de gustos muy diversos.
- Un cantinero no tiene ideología o no la puede tener?
- Yo lo digo de otra manera; no hablo del cantinero sino de La María (así le llama a la caja)y ésa si que no puede tener ideología.

Mundi es consciente de que bien se ha ganado la jubilación, que 48 años son muchos, pero aunque se ha refugiado en su comarca está siendo muy duro para él, tanto que aún se le saltan las lágrimas, tanto que hemos tenido que atrasar la entrevista varios días, pues no se encontraba con fuerzas. Y las que tiene las quiere para una cosa: «Dar las gracias a todos los clientes».