Los personajes del tío Ful: Máximo Merino, de Algadefe

92 años, es un torrente de actividad, graba videos con canciones con letras propias para enviar por WhatsApp, practica todos los deportes autóctonos y combate la soledad de estas fechas

Fulgencio Fernández y Laura Pastoriza
24/12/2022
 Actualizado a 24/12/2022
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En cualquier momento te suena el WhatsApp con un mensaje de Máximo. Y ahí aparece él, con una canción que ha grabado, a capella, con la acordeón o acompañado de la armónica. Y una breve introducción: "Hoy es mi cumpleaños y por si acaso no me felicita nadie pues me felicito yo con una canción, a la que le he cambiado la letra para que sea mucho más personal". Después sí le felicitan, y muchos, pero así él ya ha practicado uno de sus entretenimientos favoritos, ponerle letra a canciones conocidas para adaptarlas a lo que en ese momentoquiere contar.

Concertamos con Máximola entrevista y, pese al poco tiempo del que disponía, se presenta con la letra del villancicoque ha adaptado y la armónica para rematar la entrevista en tono feliz; y es que lo que nos quiere contar es que a sus 92 años, bien llevados es verdad, pasará estas fiestas solo, en León, donde viene a pasar el invierno pues la casa está más acondicionada que la de Algadefe y hay más gente con la que poder hablar, explica. «¡"Yo digo ‘triste Navidad’ porque es verdad que es un poco triste estar solo en estas fechas, pero también es verdad que quiero llevarlo con mucha alegría, porque soy de espíritu optimista".

Máximo es de Algadefe y siendo muy joven, con 14 años, "ya vine para León a estudiar; primero el Bachillerato y después hice la carrera de Profesor Mercantil, pero no es que hubiera mucho trabajo entonces y volví con la familia, al campo y la ganadería, y no me arrepiento, ni mucho menos".

Máximo tiene la vida ocupada. En su casa muestra numerosas esculturas de animales hechas de reciclaje con piezas de madera sobrante. "Lo hago todo con una sierra, una azuela y la navaja para lo más fino"; pero lo que más le entretiene, y se le da muy bien, son los deportes autóctonos, y juega prácticamente a todos, "del billar romano a los bolos, la rana o la petanca", en la que es un verdadero maestro. "Tengo en casa varias vitrinas llenas de trofeos, más de 300, de todos los juegos".
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