Los personajes del tío Ful: Manolo el de Villanueva

Manolo siempre está. En cualquier acto. En la presentación de un libro, en una inauguración... no falla a los bailes de los centros cívicos. Disfruta, no hace falta decirlo, en las campañas electorales. "Cuando viene un pez gordo siempre hay algo de zampa".

- ¿Y cómo te enteras de los saraos?

- La mujer escucha la radio por las mañanas mientras hace la comida y me dice. Y yo ya sé de otros años dónde dan buenos pinchos. Oye, ¿tú no sabrás si este año viene aquello que hubo en la explanada de la Junta de coches usados? Estuvo muy bien y fue por esta época.

Es Manolo, Manolo el de Petra, Manolo el de Villanueva. Cada mañana pasea hasta la plaza de San Marcelo y allí se monta un improvisado sanedrín con otros paisanos de la comarca que andan por León: "Viene Juan el de mi pueblo, Paulino el de Pedrosa, el otro día estuvo Donato, Mariano el de Gete... nos juntamos allí una partida de ellos y te vas enterando de lo que pasa, si ingresan a uno... Echamos la mañana. Y a la tarde...".

Pues al sarao. "Decían que iba a aburrirme...".

Manolo, una vida dedicada a laganadería —"llegué a tener 70 vacas"— y ayudado por otras habilidades que nunca le faltaron, de excelente pescador "a caña", matiza, para venderlas por los restaurantes de la comarca, «sobre todo en Casa Amador, las que le llevara», en los últimos años también a las setas. "Salió esa moda, yo antes ni miraba para ella, las veías y pasabas de largo, pero vino esa fiebre... menudos precios".

- ¿Y si no hay ningún sarao, que algún día habrá?

- Pues tomamos un mosto en el Odín, no sabes que tapas pone.