Los personajes del tío Ful: Lucía, ganadera

Lucía –alguna vez la habrás visto por Palazuelo con su madre Rosa conduciendo las vacas si frecuentas la carretera del Torío– se debate entre sensaciones contradictorias mientras hablamos. De un lado está feliz al conocer que le han quitado la exagerada multa a su colega Nayu y de otro comparte la difícil situación de la agricultura y la ganadería que lleva a las gentes de la provincia a tomar las calles de la ciudad con sus tractores. «Es que la ganadería o te gusta mucho o no puedes con ella, son todos los días del año... Yo ahora soy feliz».

El ahora denota, pese a su juventud, que no siempre lo tuvo tan claro. «La verdad es que la había visto siempre en casa, que mi madre –Rosa–es una ganadera vocacional pero a mí no acababa de engancharme hasta el punto de que pensé en otros caminos, hacer las oposiciones de la Guardia Civil, de Vigilante de Seguridad...».

- Pero...
- Pues, siendo sincera, volví a la ganadería por amor. Conocí a un chico de Matallana y comencé a salir con él, que también es un ganadero vocacional y me animó a ir conociendo la parte positiva de este oficio, trabajar al aire libre, para ti... en fin, y hoy tengo que reconocer que soy feliz como ganadera, con todo lo que supone este oficio.

Reconoce Lucía que también es motivador «ir creciendo poco a poco y verlo», pues tomaron hace unos años una decisión que resultó muy acertada tal y cómo vinieron los acontecimientos. «Éramos, más bien en casa pues yo era casi una niña, ganaderos de leche pero fuimos cambiando poco a poco a carne. Menos mal pues la crisis de la leche fue muy dura para muchos ganaderos y nosotros acabábamos de dejarlo».

Rosa, su madre, es la presidenta de Palazuelo, Lucía le echa una mano, «para tratar de dar vida a un pueblo de apenas treinta habitantes, pero creo que tenemos que aprovechar la cercanía con León, que es una gran ventaja». Este mismo fin de semana van a celebrar el ‘Carnaval del yollevo’: «Yo llevo una cosa, tu llevas otra y así, entre todos, nos reunimos y lo celebramos».