Los personajes del tío Ful: Fran M. Allegre

Un tipo singular, diferente, comprometido, paisano... ve una cosa y la hace, necesita una zanfoña y la construye, después la toca, ama a su tierra y, sobre todo, a su gente

Fulgencio Fernández y Laura Pastoriza
26/05/2018
 Actualizado a 14/09/2019
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Nada, estos que dicen que tengo algo que contar, que creen que soy un tipo interesante... o singular». Fran Allegre justifica así ante vecinos y parientes que le estén haciendo una entrevista. Después deja pasar unos segundos y reflexiona: «Igual algo singular sí soy».

Los es. Al margen de la anécdota de que se bañe en cualquier río de la provincia en cualquier época del año —«no te imaginas lo que despeja la mente»—; al margen de su preocupación por las especies vegetales autóctonas de su comarca, que le lleva a tener dos terrenos «como una selva, en la que conservo el 80% de las especies que se están perdiendo»... Fran es uno de esos tipos entrañables que deberían estar subvencionados por el buen rollo que trasmiten y por lo que hacen, por la lucha por las costumbres y tradiciones de su tierra y por cómo lo cuenta o cómo lo canta, en castellano o falando lleunés, que le viaja la mente de una lengua a otra casi sin que se de cuenta... Lo mismo te canta una canción de cuna que escribe una obra de teatro en asturleonés que construye una zanfoña.

Allí en su talle, rodeado de maderas, brocas e inventos propios va recordando cómo fue avanzando, investigando, afinando... rompiendo.

- ¿Cuántos instrumentos construyes?
- Uf... A ver, zanfoñas, chiflas, tamborines, gaitas leonesas, rabeles, pitos, panderos cuadraos, panderetas, arpas... unas veces reproduzco instrumentos antiguos, otras veces los voy sacando de mi cabeza y después afino a medio camino entre formas tradicionales o sonidos actuales... el caso es que suene bien, porque también los toco.

Aunque de formación autodidacta —lo queél llama «saco de mi cabeza»— nunca se olvida de los primeros consejos cuando quiso construir las primeras chifla y tamboril del tamboritero Lucas Simón de Abajo. «Hay que escuchar a los paisanos, son muy sabios, es más yo sólo aspiro a ser un paisano y estoy estudiando para ello».
Hay que escuchar a los paisanos. Y hay que escuchar a Fran, que te cuenta las cosas con una tranquilidad que te convence.
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