Los personajes del tío Ful: Cheva

Ahora que el leonesismo ocupa páginas y páginas quien no aparece es Cheva, el histórico del leonesismo, con su boina y su bandera de León, que hace 13 años, en abril de 2006 escribió una carta al presidente de la Junta que remataba así: «Señor presidente de la autonomía Castellana, todos los primeros sábados de cada mes me tendrá delante del Palacio de los Guzmanes solicitando mi derecho cavernario a ser un miembro de una España autonómica, no castellana, y síleonesa». Y lo ha cumplido.

Ya son 13 años en los que acude a su cita y reparte su sabatina. «166 hasta el momento, la última la víspera de Reyes, por eso recordaba que siempre les mando una carta, pero en esta ocasión, visto los resultados anteriores, se la enviaremos también a La Vieja del Monte, al Olentzero, a Manitú o cualquier otra divinidad de los pueblos del mundo».

- ¿Y cómo te recibe la gente?

- En general bien. Pasé frío, calor, recibo a amigos, saludo, no me ha faltado algún improperio, no pasa nada.

Habla Cheva en Botines de sus genes leoneses pues «mi padre y mi abuelo vivieron en este edificio; yo ya nací en la calle Suero de Quiñones, frente al antiguo garaje Senén de bicicletas y encima de la bodega Los Montañeses; leonés por los cuatro costados, y tan Español o mas que cualquier otro que se precie de serlo».

En 1990 se asentó en León y comenzó a ser leonesista, entró en la UPL y allí tuvo sus más y sus menos. «Una vez me echaron y otra marché, pero no pasa nada; esto es una carrera de resistencia y yo te aseguro que yo aguanto;yo practiqué el rugby y soy fiel a la filosofía de este deporte, de luchar con nobleza».

- ¿Porqué te echaron?

- Porque tenía la razón y eso suele pasar.

- ¿Tú crees que ahora ya llega la autonomía para León?

- Hay que ser coherentes, todavía no, no hay un proyecto consolidado, pero con el tiempo llegará.

- Ahora que todos dicen que sí... tú eres escéptico; ¿eres de los que crees que la victoria está sobrevalorada?

- No sé. Yo sé que la derrota es muy jodida, y te lo digo por experiencia. Pero no me rindo.