Los personajes del tío Ful: Carlos del Riego, ‘El hombre de la música’ en León

Pocas veces uno de los entrevistados en esta sección responde con más fidelidad al título de la misma; porque no existe la menor duda de que Carlos del Riego es un personaje en toda regla, y que tuve la enorme suerte de compartir con él muchos años en la sección de Cultura en la desaparecida La Crónica de León. 

Una sección que era una especie de pequeña locura, en la que podías pasar una mañana completa escuchando diálogos en los que todas las frases estaban sacadas de grandes películas. El crítico de cine, Joaquín Revuelta, provocaba y el bueno de Carlos entraba al trapo, tenían en el cine la fuente y la explicación de todo; así convertían cualquier situación en una sonrisa.

- Rigui, llegas tarde.
- No se me despertó a la hora que ordené que se me despertara.
- Excuscuscusas.
- Gracias que vine, soy un millonario excéntrico al que le gusta hacer estas cosas.

No os desvelo a qué películas pertenecen los diálogos (y mil más) pues hoy, más que nunca, es obligado escuchar la entrevista; ahí os lo cuenta –mucho mejor, os lo escenifica– Carlos del Riego y desvela algunos de sus variados gustos cinematográficos, que podían ir de ‘La naranja mecánica’ (la sabe de memoria) a los dibujos animados pues, de repente, se levantaba y decía: «Esto, esto, esto es todo amigos» y se iba, muchas veces a hacer deporte, otra de sus pasiones y hasta fue un deportista de elite en piragüismo, junto a su hermano Guillermo (medalla de plata en la olimpiada de Moscú): «El viejo Rigui se va a pelotear», remataba Revuelta para explicar que iba a jugar a tenis.

Sin embargo, Del Riego no era el encargado de la información de cine, llevaba el apartado de ‘música moderna’ (así se decía entonces) campo en el que venía de ser una leyenda en la radio, con un programa –«Ensalada»– que marcó una época: «Llegó a desplazar, en la Cadena Cope, al rosario a la onda media para dejarnos más espacio. Hubo recogida de firmas cuando desapareció y aún hoy me hablan por la calle de él».

Pero «esto, esto, esto no es todo amigos»... pincha y escucha.