Los personajes del tío Ful: Ainhoa, cazadora

La caza es su pasión de cada fin de semana y de cada día, cuidando los perros, pensando en los recechos... Lo mamó desde niña y defiende con fe este deporte

Fulgencio Fernández y Laura Pastoriza
01/12/2018
 Actualizado a 19/09/2019
303752424
No hay muchas mujeres cazadoras pero Ainhoa no repara en ello, para ella es lo más normal, lo hace desde que es una niña, lo mamó en casa. «Mi padre era cazador y yo me pasaba el día diciendo que quería ir con él al monte. No se me olvida el día que me dijo que me iba a llevar con él... y hasta hoy, se ha convertido en mi pasión, no me imagino no poder cazar».

Recuerda cómo después se incorporó también su hermana, los días en que salir de caza era una actividad familiar. «No caza, pero también iba con nosotros, preparaba la comida, participaba en nuestras conversaciones y debates».

Fueron los años de su infancia en Brimeda, el pueblo de la Cepeda en el que creció y se familiarizó con la caza que, para Ainhoa, más que un deporte es una forma de vida. «Los que nos critican reduciendo su forma de entender la caza como ir al monte y matar animales no entienden nada. Para mí esa parte es sólo una y no la más importante, yo disfruto mucho cuidando los perros, sacándolos cada día, haya caza o no, viendo cómo van aprendiendo. Y, por otra parte, lo que más me gusta de la caza es el rececho, los días que pasas pateando el monte, vigilando a un animal, seleccionando. Yo he estado años detrás de un corzo y no he llegado a disparar, pero lo he disfrutado muchísimo».

Ainhoa, que en la actualidad trabaja en un bar en Astorga, recuerda que desde niña disfrutaba de todo lo que hay alrededor de este deporte. «Recuerdo que llegaba del instituto y lo primero que hacía era ir a ver los perros; comía y me podía pasar horas con ellos».

Repasa la lista de chicas que, como ella, cazan y se le acaban pronto los nombres... «Está mi hermana, otra chica que también lleva tiempo y...».

Y se queda... hablando de caza.
Lo más leído