Los peligros de encender la calefacción

La inhalación de monóxido de carbono deja 15 afectados en León durante el presente año

Alfonso Martínez
07/11/2022
 Actualizado a 07/11/2022
Estufa de pellets en una imagen de archivo. | MAURICIO PEÑA
Estufa de pellets en una imagen de archivo. | MAURICIO PEÑA
Almagarinos, Cembranos, Villanueva de los Cestos... Son solo algunas de las localidades leonesas que durante el presente año han registrado sucesos vinculados a la inhalación de monóxido de carbono debido a problemas con el funcionamiento de los diversos sistemas de calefacción, pero especialmente de los que funcionan por combustible vegetal (el carbón, el cisco, la leña y en menor medida, los pellets).

Han sido concretamente siete los incidentes de este tipo que se han registrado desde el pasado mes enero en la provincia de León y un total de 15 las personas que se han visto afectadas por tipo de intoxicaciones por gas. Aunque no podemos olvidar la tragedia que se produjo en la localidad de Carbajal de la Legua el 30 de diciembre de 2021, cuando dos niños de cuatro y nueve años y su madre de 42 fallecieron como consecuencia de una intoxicación cuyo origen habría estado en la caldera de leña presente en su vivienda, situada en la urbanización El Soto.

La llegada del frío


Por eso, ahora que llega el frío y empiezan a ponerse en marcha las calefacciones, resulta conveniente resaltar la importancia de adoptar medidas de prevención, especialmente con los citados sistemas de calefacción que se abastecen de combustible vegetal, queacaparan más del 60% de las intoxicaciones por monóxido de carbono que se han producido en la comunidad este año (dos personas han muerto y medio centenar han resultado afectadas).

En este sentido, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta –a través de la Agencia de Protección Civil y del Servicio de Emergencias 1-1-2– recuerdan que la principal recomendación que puede hacerse para evitar la concentración del gas es que se mantenga siempre ventilada la estancia en la que se coloque una calefacción de este tipo, bien sea dejando abierta una puerta o una rendija en la ventana que permita la circulación del aire puro. Además, se desaconseja totalmente colocar este tipo de calefacciones en los dormitorios.

Mientras, en el caso de las instalaciones de gas, hay que asegurarse de que todos los equipos de calefacción estén instalados correctamente y de realizar las revisiones periódicas por parte de un profesional cualificado. Cuando los aparatos estén en funcionamiento, es importante verificar que la llama que emiten sea del color adecuado (cuanto más azul, más perfecta es la combustión).

No hay que olvidar que todos los aparatos se encuentren en lugares correctamente ventilados, y nunca taponar las rejillas y respiraderos de las distintas estancias de la casa, algo que se hace con frecuencia; por ejemplo, los días que hay mucho viento, lo que propicia la falta de oxígeno necesario para una correcta combustión.

Revisión de chimeneas


También puede resultar peligroso utilizar equipos portátiles como hornillos, barbacoas, etc. que queman combustible en el interior de espacios cerrados. Se deben revisar además las chimeneas y los conductos de ventilación antes de comenzar la temporada de frío y después de los episodios de nevadas.

Es preciso destacar además que el peligro estriba en que tiene su origen en un gas, el monóxido de carbono, que es prácticamente imposible de percibir por los sentidos, puesto que no tiene olor y es invisible. Por eso, la única manera de detectar la irrupción de este gas venenoso son los síntomas que provocan en el ser humano, entre los que pueden citarse la aparición súbita de dolor de cabeza de intensidad progresiva, mareos, desorientación, náuseas y vómitos, sensación de hormigueo, dolor general e incluso desvanecimientos. En ese sentido, cabe destacar la utilidad de instalar de sensores en la vivienda como una medida preventiva para detectar la presencia del gas.

En caso de ser víctimas de una intoxicación por monóxido de carbono de encontrarse en una vivienda en la que hay una concentración alta de este gas, lo primero que hay que hacer es abrir las ventanas para permitir la entrada de oxígeno que ventile el ambiente, contactar con el centro de emergencias 1-1-2 para solicitar ayuda, para lo que se informará del lugar en el que se produce la emergencia y el número de personas que requieren asistencia y su estado. Finalmente, y si resulta posible, alejar a las personas afectadas de la fuente de origen del gas.
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