Los partidos muestran sus cartas sobre sanidad

La Plataforma Social en Defensa de la Sanidad Pública organizó este jueves un debate sobre esta materia a la que fueron convocados los principales partidos que se presentan en las elecciones autonómicas y por eso este jueves el salón de actos de UGT acogió la presencia de los candidatos del PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos, IU y UPL. Y como no podía ser de otra forma, todos los participantes afirmaron apostar por una sanidad pública gratuita y universal, aunque las críticas fueron todas dirigidas a la política emprendida por el PP, sobre todo en los últimos años.

Comenzó el debate el moderador y portavoz de la Plataforma, Alberto del Pozo, quien destacó que «la sanidad pública está herida». Además de enumerar algunos de los problemas que asolan a Castilla y León y a León, como las listas de espera, la privatización o la falta de profesionales, pidió que este debate fuera, ante todo, un «espacio para la reflexión». Y lo consiguió, puesto que todos aportaron sus ideas sobre la sanidad que quieren para los próximos años.

Ana Carlota Amigo, de Ciudadanos, fue la primera en exponer que su partido quiere que este servicio sea «igual en todas partes», a la vez que incidió en la necesidad de que «se centre en el paciente», a la vez que reclamó mejorar «la accesibilidad» al sistema, en especial en el mundo rural, una idea que todos fueron repitiendo. También expuso que se debería «despolitizar los mandos intermedios» y rebajar las listas de espera «abriendo los centros de salud por las tardes».

La representante de IU, Aurora Panizo, expuso que hasta hace pocos años la sanidad había mejorado, «pero cuando quedaba mucho por hacer, ha empezado a empeorar por los copagos y recortes». «Es el momento de recuperar lo que hemos perdido», agregó la candidata, quien resaltó que no entendía que «tras las dos grandes manifestaciones de los últimos años con demandas muy concretas, no han sido atendidas», además de rechazar «el proceso de destrucciónpara privatizar la sanidad y convertirla en un negocio».

Por su parte, Pablo Fernández, de Podemos, resaltó que el PP ha concebido la sanidad «como un negocio y no como un derecho», además de asegurar que la Consejería había «recortado 1.350 millones de euros en los últimos diez años», de ahí que propusiera «blindar la sanidad pública en el estatuto autonómico, creando un suelo de inversión del 8 % del PIB, puesto que ahora es del 6,3 %». También propuso abrir los quirófanos por las tardes para reducir las listas de espera y aumentar las plantillas, a la vez que recordó que «en tres años se van a jubilar el 40% de los facultativos. Por eso reclamó «duplicar las plazas de MIR, revertir privatizaciones y mejorar la gestión».

El candidato del PP, Juan Carlos Suárez-Quiñones, fue el encargado de defender la gestión del PP, de ahí que insistiera en «los sacrificios» durante la crisis económica para mantener la inversión en sanidad, algo que afectó a consejerías como la suya, la de Fomento y Medio Ambiente. Pero también aprovechó para reclamar una mejor financiación territorial en los ingresos que se recibe desde el Estado, puesto que «cada año se empieza con 500 millones de euros menos que lo que necesitan los servicios públicos». Resaltó también que este año ha sido «el mayor presupuesto de sanidad de la historia», con una inversión de «diez millones al día», además de defender que los usuarios dan «un siete a la sanidad de Castilla y León».

Este argumento fue utilizado por la portavoz del PSOE, Nuria Rubio, para asegurar que «esa calificación es por los profesionales», por lo que pidió que «los gestores no se cuelguen esta medalla». Destacó también los «685 millones» de recortes de los últimos años además de ofrecer los números de las listas de espera acumuladas y detallar el estado de las obras de los centros de salud comprometidos por la Junta, la mayoría sin ni siquiera empezar.

El último en intervenir antes de la ronda de preguntas del público fue el candidato de UPL, Luis Mariano Santos, que se preguntó «por qué no se hace nada» pese a que todos tienen detectados los problemas de la sanidad y resaltó además que «la comunidad no tiene sentido porque es inmensa», recogiendo así el argumento utilizado por Suárez-Quiñones sobre la gran dispersión de la provincia. Destacó también la falta de profesionales y reclamó que se respete la ley de compatibilidades para evitar que haya médicos en lo público y en lo privado, además de apuntar que el objetivo debe ser crear una sanidad que responda a los retos del futuro.