Así, con lemas como ‘Valor seguro’, ‘Haz que pase, por León’, ‘La historia la escribes tú’ o ‘Vamos ciudadanos’, los partidos se afanan estos quince días por convencer para vencer. Pero hemos querido preguntar a los candidatos cuáles van a ser sus argumentos. En el PP de León sostiene su cabeza de lista al Congreso de los Diputados, Carmen González Guinda, que su partido es un «valor seguro para garantizar derechos y libertades, generar empleo y riqueza, afrontar los difíciles problemas territoriales de España y luchar contra la despoblación de nuestro mundo rural», o como sintetiza en tres palabras su compañero de filas y candidato al Senado, Javier Santiago Vélez, «despoblación, mundo rural y empleo». Y si logran erigirse en portavoces por la provincia en el hemiciclo de Carrera de San Jerónimo, las infraestructuras, el corredor atlántico, la revisión de la financiación autonómica teniendo en cuenta la despoblación y la dispersión poblacional o la huida de los jóvenes de la provincia serán algunos de los problemas a los que esperan poner voz en busca de una solución.
En el PSOE afirman que su principal valor reside en «la ilusión, el trabajo y tener un gran proyecto», palabras de Javier Cendón, número 1 al Congreso, que se completan con las de Salvador Vidal, aspirante a senador, que añade el «compromiso con la gente y la seriedad». A la pregunta ‘tres problemas de la provincia que esperan poder llevar a las Cortes para reclamar una solución’, los socialistas muestran también su preocupación por la despoblación, pero miran además por el medio ambiente, la reindustrialización y la transición justa de las cuencas mineras.
Desde Ciudadanos, su cabeza de lista al Congreso, Justo Fernández, cree que los tres términos que condensan la propuesta de su partido son «igualdad, unidad y futuro». Y si logra hacerse con el escaño, enarbolará también la bandera de lucha contra la despoblación, además de trabajar por el empleo y el fomento de la natalidad.
En Unidas Podemos se juegan mantener el diputado que obtuvieron por León en 2016. Ana Marcello, que repite como cabeza de lista, si tiene que elegir tres palabras en las que resumir su proyecto se queda con «sí se puede», y espera poder seguir trabajando en nombre de los leoneses en el Congreso en contra de la precariedad laboral, con la derogación de las dos reformas laborales (tanto la del PP como la de PSOE); contra la debilidad y desmantelamiento de la red pública sanitaria, «con la implantación de la Ley, ya propuesta en esta legislatura pasada por nosotras, Ley de Cartera única de servicio sanitarios (que conlleva la derogación del RD 16/2016) garantizado así la cobertura pública sanitaria en todos los territorios, como refleja la Constitución en su artículo 43», y contra la imposibilidad «de desarrollar un proyecto de vida en nuestra tierra condenado a la gente a la migración hacia las ciudades u otros países».
Conscientes de la indecisión que impera en buena parte de la población y de la trascendencia de la campaña electoral, en el PSOE esperan conseguir el voto de «los que ven que los demás partidos no están pensando en resolver sus problemas, sino en ganar», así como el «voto del sentido común movilizando a toda la ciudadanía que quiera conquistar el futuro y no regresar al pasado».
Los populares apelan al votante «de centro derecha» y al de «todos los leoneses que quieren un gobierno estable que se preocupe por la economía, el bienestar y las libertades», mientras que en Ciudadanos esperan conseguir el apoyo de los que «quieren un León mejor, de futuro, y pasar la página de rojos y azules».
La formación morada que encabeza Marcello en León en la carrera al Congreso llama a no quedarse en casa el próximo 28 de abril, y asegura que «la historia la debe de escribir cada leones» destacando que ésta es una campaña «histórica en la que nuestro futuro, como pueblo, está en juego».
Eso es lo que proponen desde sus partidos, pero... ¿qué rechazan de otros? Dicho de otra manera, si en lugar de pedir el voto para un partido hubiera que pedir el dejar de votar a otro, ¿cuál sería? «VOX», contesta con contundencia el socialista Vidal. «Los no constitucionalistas y los que se apoyan en ellos», afirma Justo Fernández. «No tenemos que prohibir a nadie votar a un partido, pero nosotros creemos que el único partido que puede poner en riesgo la estabilidad de España y el orden constitucional es el PSOE», afirma Santiago Vélez, a lo que su compañera González Guinda añade, no obstante, que «en este momento el voto a VOX puede ser un voto que favorezca el gobierno del PSOE, al menos en provincias como León con cuatro diputados».
En el caso de Marcello, no pone nombre a ningún partido, pero estaría en contra de «aquellos que nos quieren arrebatar los derechos conquistados por las mayorías sociales y plantean, sin escrúpulos, la eliminación de las libertades y derechos de las mujeres».
