Los pagos de la PAC se reducen en 9 millones en 10 años

La provincia pierde en 10 años el 30% de los perceptores de la ayuda

D.L.M.
01/05/2021
 Actualizado a 01/05/2021
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La concentración de la agricultura y la ganadería en la provincia es un fenómeno que se viene constatando desde hace décadas. Se puede resumir señalando que hay menos explotaciones para más tierra cultivada y más cabezas de ganado.

El sector primario de la provincia de León ha perdido 7.747 perceptores de la PAC (Política Agraria Común) en diez años, según datos oficiales del Fondo Español de Garantía Agraria (Fega). La estadística se refiere a la década que media entre 2009 y 2019, último ejercicio con datos consolidados. En términos relativos supone una reducción del 30% de los perceptores, puesto que en 2009 eran 17.270 y en 2019 tan solo 12.537.

El importe de los pagos no se ha reducido en consonancia con el de los beneficiarios. La rebaja ha sido menor, del 13%. En total, en 2009 los distintos pagos de la PAC dejaron en la provincia 146 millones, mientras que diez años después eran 137 millones, 9 menos.

Los pagos se refieren a las partidas del Fondo Europeo Agrícola de Garantía (Feaga), que incluye las medidas para la regulación de mercados, los pagos directos a los productores y el apoyo a la promoción e información; del Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (Feader), que se destina a un amplio abanico de actuaciones entre las que se encuentran el fomento de la competitividad agrícola o las medidas encaminadas a la protección del medio ambiente.

Desde 2009 se han perdido 2.300 empleos en el campo, con un aumento del trabajopor cuenta ajenaEn la ocupación también se deja sentir el declive del sector primario entre 2009 y 2021. Según las estadísticas ministeriales, en febrero en la provincia estaban dados de altas como autónomos en el régimen agrario 5.582 personas, con menos de 1.000 empleados por cuenta ajena en el sector. En el mismo mes de 2009 eran 7.691 autónomos y1.191 asalariados, lo que supone 2.300 personas menos que encuentran su sustento en el campo y la ganadería de León, a pesar de las condiciones que tiene para ello.

Las organizaciones profesionales agrarias (OPA) llevan tiempo alertando de esta caída directamente relacionada con la despoblación del medio rural y con el cambio en el modelo de producción. De fondo está la gestión de la nueva PAC, que se espera que ponga un mayor énfasis en fijar población en el medio rural y en las buenas prácticas medioambientales. Sin embargo, el futuro de los pueblos y del sector no se ve con optimismo. Influyen, además, cuestiones como el desembarco de fondos de capital riesgo y empresas en la compra de terrenos rústicos. Excluyen a los agricultores de la zona del acceso a estas tierras de labor. Una situación similar a la que las OPA vienen denunciando con la proliferación de proyectos de huertos solares para propiedades comunales, que llegan a suponer cientos de hectáreas de superficies y que, en ocasiones, son fundamentales para cuadrar las cuentas de los productores de la zona.

A la lista de amenazas se suman la especulación de los mercados o la creciente tensión entre el ecologismo y la producción de alimentos, con casos como la gestión del lobo, donde muchos ganaderos de zonas con escasas oportunidades ven con desesperación la incapacidad para llegar a un punto de equilibrio en la legislación.

En esta situación, las subvenciones de la PAC son lo que dota al sector más estratégico de un país de la capacidad para sobrevivir. La única forma de garantizar la soberanía alimentaria es a través de la protección del tejido productor. Sin embargo, algunos subsectores también se ven expuestos a los vaivenes de las políticas arancelarias o a los riesgos de los tratados internacionales de comercio. Aunque estas cuestionespuedan resultar lejanas a la provincia leonesa, lo cierto es que pesan sobre ella cada día. Y el constante recorte de los perceptores de la PAC y de los fondos que llegan es una muestra más de ello.
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