Los números cantan

El cóctel es explosivo: menos población, más personas mayores, menos jóvenes para el reemplazo, menos personas activas, elevadas cifras de paro... la provincia camina cuesta bajo y empiezan a fallar demasiado los frenos

La despoblación se ha convertido en un eterno reto para las administraciones, que aún no tienen solución
01/09/2019
 Actualizado a 19/09/2019
No por mucho hablar de despoblación se va a resolver el problema, pero no hablar de ello sí que no sirve de nada. Por eso desde estas páginas hacemos lo mejor que podemos hacer, concienciar sobre lo que se nos viene, sobre lo que se nos lleva viniendo años, y para cuya resolución aún no se ha encontrado la fórmula. Los números hablan y, en este caso, hasta cantan. Un estudiante por cada cinco jubilados, una proporción que era de uno a cuatro hace 14 años. Ese es el camino que lleva esta provincia que, ejercicio tras ejercicio, ve mermado su censo. El cóctel es explosivo: menos población, más personas mayores, menos jóvenes para el reemplazo, menos personas activas, elevadas cifras de paro... la provincia camina cuesta bajo y empiezan a fallar demasiado los frenos. Podría decirse que la despoblación se ha convertido en un eterno reto para las administraciones, que apuestan por los pueblos mediante escuelas con pocos alumnos, consultorios con pocos pacientes y planes de empleo. Si no se adoptasen este tipo de medidas, los datos de la sangría poblacional serían aún más dramáticos, pero en ningún caso se ha logrado poner freno a lo que podría considerarse como una tormenta perfecta en la que han confluido la caída de la natalidad, el envejecimiento y también la crisis económica, que ha servido para expulsar a muchos jóvenes a otros territorios y ha privado a León de su talento, lo que complica aún más la generación de oportunidades para progresar y asentar población.
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