"Los nuevos grados que abriremos en la ULE estarán vinculados a la tecnología"

Juan Francisco García Marín, rector de la Universidad de León

David Rubio | Víctor S. Vélez
07/04/2019
 Actualizado a 18/09/2019
rector-ule-garcia-marin-6419.jpg
rector-ule-garcia-marin-6419.jpg
Juan Francisco García Marín acaba de cumplir su tercer año en el cargo de rector de la Universidad de León (ULE). Antes de comenzar la recta final de su mandato, García Marín hace un balance con La Nueva Crónica del trabajo realizado, de la situación actual de la institución y de los retos y oportunidades que se presentan al Campus de Vegazana en el futuro más cercano.

–Después de tres años de trabajo al frente de la Universidad de León toca hacer un balance. Comencemos por la investigación…
–Hemos pasado de tener una propuesta de becas de investigación o contratos predoctoral en la ULE a tener cinco cada año y este año esperamos que sean, por lo menos, siete. En proyectos de investigación, un hecho reseñable es que de tener cuatro o cinco proyectos o convenios internacionales de la Unión Europa, hemos pasado a solicitar una media de 20 en los últimos cursos y con una tasa de éxito del 20 por ciento.

–Otro de los ámbitos que se ha buscado potenciar es el carácter internacional de la ULE, ¿qué se ha hecho en este sentido?
–A nivel internacional se han hecho numerosos acuerdos, se ha aumentado el número de estudiantes Erasmus y el Confucio ha mejorado muchísimo, abriendo dos sedes en Vigo y Asturias y planteando otras dos para Cantabria y Burgos, aumentando el número de alumnos y se han hecho convenios para que el chino sea una asignatura que se aprenda como segundo o tercer idioma. Se han abierto acuerdos con nuevas universidades, como California o Washington, para que vengas personas aquí a León. Ahora, estamos trabajando para abrir una oficina en Ciudad de México para promover todavía más las relaciones con el país que más alumnos trae a la ULE.

–¿Se han sacado las suficientes plazas de profesores en estos años?
–Una de las cuestiones que yo planteé siempre es que en la plantilla tienen que salir plazas y promociones de profesorado, lo cual estaba completamente atascado. Las plazas que han salido de ayudante son más de 70. Nuevas, no de alguien que promociona de lo cual también tenemos una oferta continua. También convocatorias como la del año pasado o este de ayudantes doctores de excelencia, es decir, creadas no por las necesidades docentes de departamento sino por currículos de alto nivel. Desgraciadamente solo podemos ofertar ayudantes doctor, porque no cubre tasa de reposición y depende de la disponibilidad de fondos. Al final, las personas son las que hacen la Universidad. Da igual que tengamos grandes equipamientos o grandes edificios, lo fundamental son las personas y se trata de mejorar en lo posible.

–¿Y qué hay del resto de personal de la Universidad de León?
–En el personal de administración y servicios ya se ha acordado la relación de puestos de trabajo (RPT) del personal funcionario. No se había hecho una modificación de este calibre en la RPT de la Universidad de León en, al menos, 15 años. Había que redistribuir la plantilla, los tiempos evolucionan y donde antes eran necesarias cuatro personas igual ya no lo son tanto. La RPT ahora pasará al Consejo de Gobierno y luego al Consejo Social. Cuesta dinero, pero es un dinero bien empleado y que tenemos para poder emplearlo.

–¿Qué balance de estos tres años puede hacer en el resto de ámbitos?
–A nivel social, la labor del equipo de Dolores Alonso-Cortés ha sido extraordinaria. Se están haciendo multitud de actividades. Ahora, se está celebrando el 40 aniversario con ciclos de coloquios con expresidentes como Rajoy y Zapatero y otras muchas personalidades. Pero mucho hay mucho más, con conciertos, recitales y homenajes que se seguirán haciendo. Además, se están haciendo diferentes convenios con diferentes empresas. Se ha incrementado el número de contratos en prácticas de estudiantes a través de la Fgulem hasta casi 1.000 en 2018. Se ha pasado de tener en 2015 algo más de 600 a tener casi 1.000. Además, tenemos más de 1.800 convenios con empresas e instituciones.

–¿Qué valoración hace de la bajada de tasas universitarias para el curso que viene? ¿Esconde una ‘trampa’ para las segundas y terceras matrículas?
–Hay más de una trampa. La bajada de las tasas universitarias por la Junta de Castilla y León a mí me parece que es un hecho bueno. Los rectores lo sabíamos un mes antes, pero nos sorprendió la bajada del 20 por ciento, pensábamos que iba a ser menos. La primera matrícula se pone ya un poco por debajo de la media nacional, aunque es cierto es que faltan las siguientes matrículas en bajar. Es un paso bastante bueno en este sentido. Pero lo que sí pedimos los rectores, porque estamos en un período con las elecciones y demás, que eso no repercuta en la Universidad. Vale se dejan de ingresar, lo cubre la Junta de Castilla y León pero si ahora se recorta esa recaudación directa que no lo quite de investigación o de otros programas. A ver, cuidado, no sea que al final lo tengamos que pagar las propias universidades. A mí, en un primer momento, me parece bien y espero que no repercuta en otras áreas de la Junta con proyectos para investigación o infraestructuras.

–¿Qué opina de las actuales pruebas de acceso a la Universidad?
–Es un sistema que funciona desde hace muchos años. Lo que funciona no se debe cambiar y la Selectividad no debería haberse cambiado. La Ebau es más o menos similar. Hay que cambiar otras cosas. Quizá los itinerarios en el Bachiller. Quizá entre comunidades autónomas deberían sentarse y hablar para hacer más homogéneos los criterios. Es una prueba general y a todo el mundo se le trata igual aunque, como todo, es mejorable. No es que sea la prueba perfecta, pero está más que contrastada y creo que está bien.

–En este clima preelectoral en el que estamos, ¿qué le pediría el rector de la Universidad de León al futuro presidente del Gobierno y de la Junta?
–Al presidente de la Junta que se trate de una vez en serio el tema de la financiación de las universidades públicas. Parece que las universidades públicas solo pedimos dinero. Que se pregunten el porqué. Y no pedimos solo dinero, pedimos cuestiones relativas a profesorado e investigación que, de una vez, se las tomen en serio en cuanto a presupuestos y, lo que dedican a cada partida, se pueda negociar y saber cómo se va a realizar en el futuro. A nivel estatal que cuando se hagan propuestas del tipo no va a haber tasas, que la financiación esté también puesta ahí. Cuando se habla de una nueva reforma de la Ley Universitaria, yo creo que lo que hay que hacer es adecuar los diferentes puntos que no están bien como las figuras del profesorado. Se nos acusa de contratar muchos asociados, pero en muchas ocasiones es la única alternativa que tenemos para cubrir, por ejemplo, las bajas del profesorado.

–Un tema que siempre ha suscitado controversia es el de las fiestas universitarias. No obstante, en los últimos años parece que han encauzado bastante bien las espichas y están más controladas ¿Qué se ha hecho en este sentido y qué queda por hacer?
–Siempre he tenido una larga experiencia en el tema, ya desde organizador como estudiante a luego decano de Veterinaria. Había un factor fundamental, no se pueden prohibir hacer fiestas porque es muy difícil. Lo que había que hacer era organizarlas implicando a los estudiantes, que se responsabilizaran. No solo en servir en la barra y en controlar la entrada, también en los seguros que hay que pedir, en las licencias al Ayuntamiento, que sepan cuál es la normativa, que se contrate a personas de fuera con todas las condiciones… En base a eso que ellos pidan los permisos, que se impliquen y que haya un número mínimo de responsables. Queremos dar un paso más allá para el año que viene y que se pongan postes de reciclaje, a ver si somos capaces que las bolsas de plástico las tiren en los de envases.

–¿Qué queda por hacer en el último año y qué objetivos que dependan de usted se marca?
–Seguir haciendo lo que estamos haciendo. Queremos seguir incrementando las plazas de profesorado, completando la RPT que requiere su tiempo, hacer presión a la Junta para que se cobren los complementos… Como proyectos, hemos tenido el visto bueno favorable al Grado de Podología en Ponferrada para el próximo año y también hacer un título propio de especialista en programación para allí. En cuanto a infraestructuras, a ver si podemos, con la edificabilidad en las parcelas, hacer una residencia en el Campus, a parte de la que hay aquí en San Isidoro. Un Colegio Mayor que se haría en una zona habilitada en el propio Campus. También hace falta un edificio para servicios de investigación y administrativos porque el actual ha quedado francamente pequeño y habrá que hacer otro en la zona de arriba para investigación, también para reuniones con los estudiantes y una tienda que ahora todavía ni existe.

–¿Y en cuanto a proyectos académicos? ¿Se ha renunciado ya a ‘sueños’ como Medicina o Periodismo?
–En cuando a proyectos académicos, tenemos que abrir el diálogo con todos los decanos para ver si existe la solicitud de posibilidades de abrir grados de profesiones nuevas. Periodismo o Medicina no son nuevas. Medicina es muy difícil que venga aquí a León porque hay en dos universidades públicas de Castilla y León y porque es muy cara. Yo siempre digo que si la Junta nos incrementa en 20 millones el presupuesto, yo no tengo ningún problema. En cuanto a periodismo, aquí no hay Ciencias de la Comunicación y es una posibilidad que se podría haber planteado en su día.

–¿De qué titulaciones estaríamos hablando dentro de esas ‘nuevas profesiones’?
–Las nuevas profesiones que se podrían abrir grados son las relacionadas con temas tecnológicos, computación, temas concretos de tecnología agroalimentaria… Se hablaría de títulos de tres años y no es que sean de tres más dos. Son títulos que dan una capacidad y competencias determinadas con las que ya se puede trabajar. Tres o cuatro años y no que luego haya que hacer uno o dos años más, eso se ha entendido siempre bastante mal.

–¿Vamos hacia un escenario en el que se pueda intentar por iniciativa privada otra Universidad en León?
–Puede llegar en cualquier momento esa posibilidad y ese interés. Lo que pasa es que no es solo a nivel de León, en Castilla y León hay cuatro públicas y cinco privadas. En Galicia, a día de hoy, hay solo tres públicas. En Asturias, una pública. En Cantabria o Burgos hay privadas que no cumplen los requisitos mínimos para ser consideradas como Universidad. Yo no me opongo a que vengan una buena universidad, pero que no sea exclusivamente una universidad que busca rendimiento económico. Para ello que no me pidan el apoyo. A mí me sorprendió que cuando venía la Ucam, se ponían facilidades de edificios y demás. Nosotros pedimos cuatro cositas y casi no hay respuesta.

–¿Se plantea presentarse a la reelección? ¿Cuál es su intención a un año vista?
–Después del verano hablamos.
Lo más leído