"Los mineros son ejemplo en la lucha por la libertad"

El gran Kiko Veneno, un artista fundamental para poder entender la historia de la música en castellano, presenta este sábado en Sabero su disco ‘Sombrero roto’

David Rubio
26/07/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Kiko Veneno, un clásico que no deja de renovarse.
Kiko Veneno, un clásico que no deja de renovarse.
"Me quiero asegurar que mi sombrero está bien roto y así los rayos pueden entrar en mi cabeza», cantaba Kiko Veneno en 1977. Esa declaración de intenciones respecto a la apertura de mente, a la necesidad de conservar la capacidad de sorpresa, formaba parte de ‘Los delincuentes’, canción incluida en el disco ‘Veneno’, del que salieron proyectados rayos y otras descargas predigitales que han llegado hasta nuestros días. Resulta demasiado fácil afirmar que éste o aquel disco cambiaron la historia de la música porque fueron pioneros en uno o en otro sentido, pero el de ‘Veneno’ fue tan original, en todos los sentidos posibles, que aún hoy algunos no lo han podido asimilar. De la ya mencionada que terminaría bautizando a nuevas generaciones de músicos hasta una ‘Canción independentista zamorana’, terminando con una rareza laberíntica titulada ‘No pido mucho’ que refleja como ninguna otra las contradicciones propias y ajenas.

De aquel disco, de aquella letra, sale ‘Sombrero roto’, el nuevo disco de Kiko Veneno, pero por el camino han pasado, además de cuatro décadas largas, nada más y nada menos que veinte discos. Lo presenta este sábado en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, en Sabero (23 horas, entradas a 15 euros): «Me encanta llevar la música a espacios donde no es muy habitual que se celebren conciertos, lugares donde el contacto con la gente es más íntimo, más cercano, donde te concentras de otra manera y tienes que llegar a lo que es verdaderamente el núcleo de las canciones, recordar de dónde sacas la fuerza para componer, para tocar, para ser músico a fin de cuentas». De este modo, la Herrería de San Blas se inundará de los sonidos que han hecho de este ‘andaluz’ nacido en Figueras uno de los referentes nacionales de la música, de los pocos que pueden presumir de ser un género en sí mismo. Sobre el carbón, dice que «no he tenido contacto con el mundo de la minería más allá de los recuerdos que tengo de mi época universitaria. Yo era un estudiante comprometido, comprometido con la lucha por las libertades, y en eso los mineros siempre han sido ejemplares, por su forma de luchar y de reivindicar lo que es justo. Su sindicalismo ha servido como fuente para muchos otros sectores y eso hay que reconocérselo». En aquellos conciertos donde, en cierto modo, se puede decir que nació su vocación, nunca faltaba el clásico entre los clásicos en las cuencas leonesas y asturianas: «Yo asistía a conciertos en los que la lucha minera estaba presente de una manera u otra, aunque a mí me resultara lejana entonces, aunque yo no hubiera tenido contacto con este mundo tan sacrificado como es el de la minería. Recuerdo que en los conciertos de Raimon, de Paco Ibáñez, de Julia León, que eran entonces los que marcaban el rumbo de una cierta manera, sonaba el ‘Santa Bárbara Bendita’, que es una canción que siempre que suena, sea donde sea, te pone los pelos de punta».

Hace ahora casi siete años que Kiko Veneno pisó por última vez un escenario en la provincia de León. A la sala La Vaca de Ponferrada llegó en 2012 la gira del XX aniversario de ‘Échate un cantecito’, disco cargado de himnos para varias generaciones hasta el punto de que fue elegido uno de los diez mejores del siglo XX en castellano. Ahora, llega a Sabero con ‘Sobrero roto’, diez canciones publicadas este mismo año entre las que se decantará por «aquellas que pueden tener cabida en un formato más íntimo, más acústico, las que se pueden desnudar mejor, entre las que suelen funcionar muy bien ‘Ojalá’ y ‘Vidas paralelas’, donde busco la complicidad de la gente para que me ayude a hacer los estribillos, para que se implique y disfrute del espectáculo, para que participen de él y quede también un lugar para la improvisación».

Como es lógico, habrá también un repaso por sus muchos clásicos. «Suelo atender a casi todo lo que me piden y si es un concierto más íntimo con mucho más motivo. ¿Cuál queréis?». A este plumilla le prometió cerrar con ‘Satisfacción’.
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