Por provincias, Zamora, que esta semana sufrió el fuego más importante de España en este 2020 en Lober de Aliste, con casi 2.000 hectáreas en total, es la más perjudicada, con 1.168 hectáreas de suelo arbolado y matorral y 101 de herbáceos. La estadística no incluye, precisamente, ese fuego en tierras alistanas. El total de fuegos fue de 98.
A continuación, León, la otra provincia del noroeste, la zona más afectada de España, con 766 hectáreas de arbolado y matorral y 126 de herbáceos, con 172 fuegos, de los que 81 pasaron de conatos, la cifra más alta de la comunidad.
Les siguen Burgos, donde 65 fuegos calcinaron 296 hectáreas de arbolado y matorral y 39 de herbáceos; Salamanca, con 157 de los primeros y 211 de los segundos (91 sucesos); Palencia, con 239 de arbolados y matorral y 51 del resto (34 fuegos); Ávila, con 128 de los primeros y 33,8 hectáreas de los segundos (68 incendios); Valladolid, donde 38 fuegos quemaron algo menos de 43 hectáreas del total forestal, con poco más de una hectárea por incendio; Segovia, con 28 de todos los tipos para 40 fuegos, muy por debajo de la hectárea de media; y cierra Soria, con algo más de 17 hectáreas (29 fuegos), de las que sólo seis son de arbolado, menos de cinco de matorral y siete de herbáceos, lo que demuestra que la gran mayoría se quedó en conato (25).
De las 89 intervenciones de los medios aéreos del Ministerio en los incendios de la comunidad en este 2020, 32 se produjeron en León, 27 en Zamora y 12 en Salamanca. Las tres provincias del oeste reciben ocho de cada diez actuaciones en este sentido por la mayor incidencia de los incendios en esas zonas. Sólo se registraron dos intervenciones de medios terrestres del Ministerio en estos siete meses y medio en la comunidad, ambas en Ávila.
Desde el 2 de enero hasta el 16 de agosto, el Ministerio ha prestado ayuda a las comunidades autónomas con 854 intervenciones en 303 incendios forestales. Las que más actuaciones de los medios del Miteco han recibido son Galicia, Castilla y León y Andalucía. Hasta el 16 agosto, en Castilla y León han participado en 37 incendios, con 118 intervenciones (que se traduce en 297 horas de vuelo y 1.321 descargas). En Galicia fueron 79 incendios con 361 intervenciones y en Andalucía, 48 fuegos con 81 actuaciones.
El dispositivo de extinción del Ministerio cuenta con 73 aeronaves para la campaña de verano 2020, siete unidades móviles de análisis y planificación sobre el terreno y cerca de un millar de efectivos entre técnicos, pilotos y mecánicos de las aeronaves, personal de las brigadas forestales y las bases de medios aéreos y trabajadores del Ministerio, entre otros. Para ello, el Ministerio destina este año 85 millones de euros, sin contar el coste del personal funcionario.
Así, hasta el 16 de agosto se han producido 5.046 siniestros en España, de los cuales 3.490 han sido conatos (siete de cada diez) y 1.916 incendios (37,9 por ciento). Esta cifra supone una reducción del 31 por ciento respecto a la media del último decenio, que se sitúa en 7.928 siniestros. En cuanto al dato de vegetación, han sido afectadas 29.953,92 hectáreas de superficie forestal, tanto leñosa como herbácea. Este dato revela también un descenso importante con respecto a la media del decenio tanto en superficie forestal afectada, con un 48 por ciento menos, como en arbolada, que cayó un 70 por ciento.
La zona noroeste, que abarca las comunidades autónomas de Galicia, Asturias y Cantabria y las provincias de León y Zamora, presenta el 64,16 por ciento de superficie forestal quemada, prácticamente dos tercios. El 51,72 por ciento de los siniestros se ha producido en el noroeste, un 32,35 por ciento en las comunidades de interior, el 15,13 en el Mediterráneo y algo menos del uno por ciento en Canarias.
Grandes incendios
En lo transcurrido de año se han producido siete grandes incendios (GIF), de más de 500 hectáreas, tres de ellos en el mes de febrero, dos en Asturias (ambos en Tineo) y uno en Gran Canaria, concretamente en San Nicolás de Tolentino. Los otros cuatro han sido entre finales de julio y el 15 de agosto, en Cualedro (Ourense), Robledo de Chavela (Madrid), Plasencia (Cáceres) y el más reciente en Lober de Aliste (Zamora).
Si se compara con el anterior avance informativo en el mes de julio, las cifras han cambiado porcentualmente, pero la tendencia sigue siendo de clara reducción tanto en el número de siniestros como de superficie afectada, lo que permite hacer un «cauteloso y provisional» balance positivo. No obstante, el principal mensaje es «la precaución y el cuidado», es una época de alto riesgo y hay que extremar las medidas preventivas.
Dentro del personal que trabaja en este dispositivo, el grupo más numeroso lo forman las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF), formado por cerca de 600 personas, entre técnicos, capataces, especialistas y preparadores físicos. Estas brigadas helitransportadas son la fuerza de extinción sobre el terreno, siempre en primera línea del fuego, que aporta el Ministerio en apoyo a las comunidades autónomas. Desempeñan su trabajo en los lugares de los siniestros, bajo la dirección de los responsables de extinción de las comunidades autónomas y cooperando con el personal de éstas. El dispositivo BRIF cuenta con diez bases repartidas en distintos puntos del país.