Por provincias, la evolución fue desigual y mientras Palencia lideró las subidas con un 58,2 por ciento, hasta los 41.609 toneladas, León se situó en el extremo opuesto con esa caída del 10,4 por ciento(75.481 toneladas). Las caídas también afectaron a Salamanca, que perdió un 9 por ciento (59.151 toneladas) y Valladolid, que retrocedió un 2,5 pro ciento (75.342 toneladas). Tras Palencia, Burgos fue la provincia que más incrementó la venta de carburantes con una subida del 16,7 por ciento, que la sitúan en cabeza de la comunidad con 76.801 toneladas. En Zamora la subida fue del 10,9 por ciento (46.782 toneladas); en Segovia alcanzó el 9,6 por ciento (29.440 toneladas); en Ávila se situó en el 8 por ciento (23.410 toneladas), y en Soria del 1,2 por ciento (19.220).
Por tipo de combustibles, el consumo de gasolina 95, en consonancia con el mercado de vehículos, creció un 4,9 por ciento, hasta las 60.720 toneladas, mientras que la gasolina 98 bajó un 6,8 por ciento, hasta las 2.663 toneladas. El gasóleo A, que continúa siendo el combustible de automoción mayoritario, alcanzó las 383.652 toneladas, que supone un incremento del 4,4 por ciento.
El consumo de gasóleo A se comportó por provincias de forma similar al del conjunto de carburantes de automoción, con bajadas en León (-12,5 por ciento), Salamanca (-11,3 por ciento) y Valladolid (-1,5 por ciento), y subidas en el resto encabezadas por Palencia (65,1 por ciento) y Burgos (18,1 por ciento), que también fue la provincia en la que más toneladas de gasóleo se vendieron con 66.398 toneladas. En Zamora el incremento fue del 11,2 por ciento; en Segovia, del 9,4 por ciento; en Ávila, del 7,9 por ciento y en Soria del 0,8 por ciento. A nivel nacional, el consumo de combustibles de automoción aumentó en el primer trimestre del año un escaso 0,2 por ciento. Los gasóleos de automoción registraron un descenso del 1,1 por ciento respecto al mismo periodo de 2022, mientras que el de gasolinas se incrementó un 5,8 por ciento.