El Fichero de Inquilinos Morosos recoge estos valores en su ‘X Estudio sobre la Morosidad en Arrendamientos Urbanos’, que hizo público este miércoles y que tiene como objetivo fundamental «determinar la evolución de la morosidad en las relaciones contractuales de arrendamiento en España y en sus comunidades autónomas, mostrando tendencias desde el año 2007». En él, explica que las variaciones de la cantidad de deuda por moroso son «consecuencia directa de un mercado que, tras un tiempo de crecimiento, se ha estabilizado y ha mantenido precios moderados». Por su parte, el incremento de la morosidad en la comunidad (sube un 3,55 por ciento) lo apoya en el «aumento del alquiler residencial en provincias como León o Segovia». De hecho, son las dos en las que más se ha disparado la morosidad media, con una subida del 9,11 por ciento en León y del 6 por ciento en Segovia. Burgos destaca en este caso por ser la única en la que los impagos se han reducido (-2,66 por ciento) entre los años 2016 y 2017. Además, aunque presenten incrementos, en Zamora, Palencia y Valladolid, la morosidad media apenas ha variado (en los tres casos no sobrepasa el uno por ciento).
En cuanto a la cuantía adeudada por los morosos a sus caseros, a Burgos y León le siguen Segovia, Salamanca y Palencia con cantidades por encima de los tres mil euros. Una cifra que rozan pero que no alcanzan Ávila y Valladolid y de la que se alejan un poco más Zamora y Soria, con apenas dos mil en ambos casos. La media de la comunidad se sitúa en 3.489,24 euros, que superan Burgos, León, Segovia y Salamanca.