Los incidentes sanitarios suponen un 20 % de las salidas de los bomberos de León

El parque de la capital acumula 161 salidas de este tipo entre enero y noviembre, la mayoría por caídas de personas mayores que viven solas

Cristina Centeno
03/01/2023
 Actualizado a 03/01/2023
bomberos-de-leon-incidentes-sanitarios-30122022.jpg
bomberos-de-leon-incidentes-sanitarios-30122022.jpg
La soledad se ha convertido en un mal endémico de la sociedad actual.Los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) avalan esta premisa. Cada vez son más los hogares unipersonales en León y no está previsto que esta tendencia frene, ni a corto ni a medio plazo. En 2022 eran 64.678 las viviendas ocupadas por una sola persona en la provincia, lo que supone un incremento del 55 por ciento respecto a lo que ocurría hace dos décadas, en 2002. Las proyecciones indican, además, que la cifra seguirá creciendo en los próximo años hasta llegar en 2037 a los 74.230 hogares unipersonales.

El envejecimiento de la población es una de las principales causas de esta evolución. Son muchas las personas mayores que residen solas por diferentes circunstancias como no tener familia, carecer de recursos económicos o que los hijos vivan fuera de la ciudad. Y precisamente ellas suelen protagonizar las salidas por incidentes sanitarios que realizan de forma recurrente los Bomberos del Ayuntamiento de León, que tienen como objetivo principal abrir las puertas de la vivienda en la que una persona de avanzada edad se caído o ha sufrido otro tipo de indisposición para dar acceso a los servicios sanitarios.

Entre enero y mediados de noviembre del pasado año, el parque de la capital ha contabilizado un total de 161 salidas por incidentes sanitarios, lo que supone un 20 por ciento de su actividad total. «Los incidentes sanitarios con personas de edad avanzada cada vez son más comunes», asegura Omar Álvarez, oficial superior de los Bomberos de León.La mayoría corresponden a caídas.

Los avisos llegan por diferentes vías: «El vecino que echa de menos a esa persona, un familiar porque no le coge el teléfono, mediante la Policía Local porque alguien les ha avisado o incluso por el 112», explica Álvarez. Los bomberos son los primeros en acceder a la vivienda y los encargados de dar paso a los servicios sanitarios. Por lo tanto, los primeros en encontrarse con lo que ha pasado. «Si se cae una persona, pide ayuda y la escuchan, podemos llegar en cinco minutos y que sean atendidos, si nadie oye nada puedes llegar seis días después y hay una persona fallecida y te encuentras con una situación dura, muy dura», detalla. Esa es la peor parte de estas salidas, en las que el aviso suele llegar porque los vecinos notan un olor «muy característico y muy desagradable» en el rellano. En esos casos los bomberos que se desplazan hasta la vivienda entran ya preparados con equipos de respiración y se encuentran con escenas difíciles. En uno de los últimos casos, un hombre de avanzada edad fue hallado muerto en el baño, donde llevaría alrededor de una semana.Junto a los casos más «duros», tienen multitud de anécdotas respecto a estas salidas de carácter sanitario. «Hemos entrado a alguna vivienda porque la persona no abría y nos la hemos encontrado tan tranquilamente viendo la tele en el sofá y simplemente no abría porque no oía, y entras por la ventana y te ven ahí y actúan con total normalidad», relata el jefe de los Bomberos de León. También ha ocurrido en algunas ocasiones que los vecinos indican la ventana de entrada equivocada y «te encuentras con que no es esa vivienda y está allí una familia en una situación completamente normal», cuenta justificando que en estos casos es común fiarse de los vecinos porque «son los que mejor conocen el edificio».Procedimiento de entradaUna vez recibida la llamada para la apertura de una puerta por un incidente sanitario, los bomberos tienen preestablecido ya el equipamiento que tienen que sacar: cuatro intervinientes con dos vehículos, uno de altura por si necesitan entrar a través de la ventana y otro auxiliar en el que llevan el material necesario para, por ejemplo, forzar la puerta.«En cinco minutos estamos allí, si puede ser antes, mejor. Es una respuesta bastante rápida», confirma Omar Álvarez. Una vez localizada la vivienda, los bomberos siguen un procedimiento para entrar y abrir la puerta a los servicios sanitarios. Lo primero es, siempre, intentar acceder por la puerta a través de una tarjeta «para no generar destrozos». Sin embargo, en la actualidad hay muchas puertas blindadas, otras que tienen la llave por dentro o el pestillo echado y «es imposible entrar». En ese caso se podría recurrir al uso de un taladro para romper la cerradura, aunque ese es el último de los métodos que utilizan. «Si entras así luego la puerta queda abierta y obligas a que alguien la custodie», explica Omar Álvarez. Por eso, en estos casos se opta por entrar a través de un ventana siempre que sea posible –no lo es cuando, por ejemplo, la vivienda es interior y da a un patio de luces–. «La ventana muchas veces la rompes pero no pasa nada, porque tú al romper el cristal bajas la persiana y es un daño menor, pero si tú rompes la puerta obligas a que alguien la custodie», explica.A su llegada, normalmente ya están allí los sanitarios, la Policía Local o los vecinos que han informado, por lo que la principal misión de los bomberos es «abrir la puerta desde dentro y dar paso al personal sanitario». Omar Álvarez alerta también de la «falsa seguridad» que supone para la gente mayor que vive sola echar todos los pestillos de la puerta o dejar la llave puesta por dentro. «Si tú tienes cerrada la puerta es muy difícil que nadie te la fuerce y eso también facilita mucho la labor porque hay ocasiones en las que el vehículo escalera no tiene acceso porque es un patio interior y hay procedimientos como el rápel, pero se complica y ya es tiempo a mayores», recuerda.

De igual forma, el jefe de los Bomberos de León llama a la prevención: contar con un sistema de teleasistencia para que la respuesta sea más inmediata en caso de que se produzca un incidente sanitario, eliminar de la vivienda objetos que puedan suponer un riesgo para las personas con movilidad reducida como pueden ser las alfombras o el simple hecho de dejar una copia de la llave a un vecino sirven para «evitar daños importantes para la salud de la persona».

La apertura de puertas por incidentes sanitarios se ha convertido en algo totalmente común en el trabajo diario de los bomberos. «Algún servicio ha contabilizado hasta cinco salidas por este tema», confirma el jefe del parque de la capital leonesa. Junto a los incendios propiamente dichos y las intervenciones para asegurar fachadas por caídas de cascotes, suponen un importante porcentaje de su labor y está previsto que vayan ocupando cada vez mayores recursos. «Cada vez hay más gente sola y abandonada y es una incidencia que nos vamos a encontrar cada vez más por el envejecimiento de la población», teme Omar Álvarez.

Las alfombras, una 'trampa' que incrementa el riesgo

La alfombra es un objeto común en muchos hogares. Piezas que cubren el suelo de salones, habitaciones o pasillos y que forman parte de la decoración habitual de una vivienda. Sin embargo, cuando una persona mayor vive sola y tiene dificultades de movilidad, caminando con la ayuda de un andador o un bastón, un simple doblez puede convertirse en una ‘trampa’. «Las alfombras son un elemento de riesgo para un piso donde viven personas con movilidad reducida y es algo evitable», recuerda el oficial superior del parque de Bomberos de León, Omar Álvarez, asegurando que hay «muchísimas caídas provocadas por alfombras» en los incidentes sanitarios en los que intervienen.

Vuelta a las estufas y a las chimeneas: más económico pero más peligroso

El coste de llenar el depósito de gasóleo de la calefacción se ha disparado este año y son muchas las familias leonesas que están teniendo que recurrir a métodos tradicionales para caldear su hogar durante este invierno. Chimeneas y estufas de gas son las opciones más económicas para paliar el frío, teniendo en cuenta además que el uso de radiadores eléctricos contribuye a incrementar aún más la factura de la luz.

Todas estas fórmulas son más baratas, pero a la vez entrañan mayores riesgos. Los Bomberos de León están notando ya los efectos de este regreso a los métodos de climatización más antiguos y «todavía queda mucho invierno».

«La realidad es que ahora mismo la gente apaga la calefacción de gasoil y pone estufas porque es más barato, y eso genera cierto riesgo sobre todo cuando hay gente mayor», asegura Omar Álvarez, oficial superior del parque de la capital.

«Una chimenea sin el mantenimiento adecuado te puede generar la presencia de humo en la vivienda o de otro tipo de gases que te pueden causar la muerte o daños importantes», alerta Álvarez en referencia al monóxido de carbono, que provoca decenas de intoxicaciones cada invierno en la provincia y sucesos fatales como el fallecimiento de una madre y sus dos hijos menores hace justo un año en una vivienda de Carbajal de la Legua.

El monóxido de carbono es un gas que no se ve a simple vista y puede provocar grandes daños. «Cualquier chispa puede provocar una explosión», recuerda también el oficial superior de los Bomberos de León aludiendo a la explosión reciente en una vivienda de La Bañeza.

Por ello, invita a la población que utilice este tipo estufas o chimeneas a utilizar recursos de prevención, como los detectores de monóxido de carbono o de humo, «con los que se pueden evitar situaciones fatales por un coste de 10 o 20 euros». «Van con pila, se dejan colocados junto a la estufa y si hay alguna mala combustión y hay salida de gases lo detecta y te das cuenta», afirma. Estos pequeños aparatos cuentan con una señal acústica doble: una suave para indicar que la pila se está agotando y otra de alarma cuando notan la presencia de algún gas tóxico.

«Son tonterías, pero tener un pequeño extintor de mano en casa o un detector en la estufa no supone un gran esfuerzo económico y puede evitar situaciones de peligro, a ver si fomentamos que ahora que vienen los Reyes Magos se regalen y aumente su uso», pide Omar Álvarez.
Archivado en
Lo más leído