pedro-j.-abajob.jpg

Los hoteles leoneses

12/12/2022
 Actualizado a 12/12/2022
Guardar
Es muy probable que haya leído estos días que León tiene a la venta más de una docena de hoteles que, en algunos de los casos, llevan diez años sin encontrar comprador, y que la lista incluye dos inmuebles más que hace un año. Todo esto mientras le están intentando convencer de que León es un destino turístico sin comparación, le aseguran que no sé cuántas despedidas de soltero se celebran en la capital porque es una de las mejores ciudades para salir de fiesta y al tiempo que tratan de venderle que tenemos una oferta cultural amplísima por la cual los españoles se mueven cientos de kilómetros y pernoctan aquí.

Pero los datos cantan y las estancias hoteleras en la provincia son excesivamente reducidas, con una noche como pernocta habitual, porque siendo realistas León ofrece lo que ofrece y la ocupación sólo es considerable en determinadas fechas del año mientras el resto del tiempo las camas permanecen sin huéspedes a los que acoger. Y si no se lo cree, pregunte a un empleado de hotel de la capital con el que tenga confianza.

A la falta de clientes y al aumento de los costes se une otro problema que el sector no ha sabido ver ni torear, al menos en León. Me refiero a las viviendas de uso turístico que tienen unos ingresos parecidos porque el coste por noche es similar al de un hotel medio, pero los gastos y las obligaciones del propietario no llegan al 10 por ciento de los costes a los que tiene que hacer frente una empresa hotelera. Sume controles, tasas, costes salariales… y si no es rentable, pues no queda otra que colgar el cartel de se vende.

El paradigma de esta situación tan delicada para el futuro de la provincia es que mientras en León cierran hoteles con estrellas, se abren hospedajes de bastones, aunque sea después de una década de obras, cientos de promesas y de inversiones millonarias, junto a los alojamientos de una noche para los que no falta clientela. Porque, como dice un amigo hostelero, el hotel más caro de Astorga no está en las guías del Camino de Santiago ni atrae a turistas pero «sale a cincuenta mil pesetas la noche y nadie protesta ni se lleva las toallas». Sobre todo, el huésped de cuerpo presente.
Lo más leído