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Los hachazos del Partido Popular

24/03/2019
 Actualizado a 11/09/2019
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En las últimas fechas empezaron a correr los rumores cual centellas. Infundados o no, era como comentar la jugada sin atender al Var. A Luis Aznar –decían los trapisondistas de turno– quieren quitarlo del Senado. No repetirá en la Cámara Alta. Y era verdad; fue verdad. Después de un mandato en el que destacó a gran altura como representante del PP –ahí están sus brillantes intervenciones en el palacio de la Plaza de la Marina con foco mediático incluido– le han liquidado de forma torticera. Sin atender a razones sólidas

Le pese a quien le pese, Aznar –un viejo lobo de la política– está a años luz de la mayoría de correligionarios parlamentarios en activo y futuribles. Muy por delante. El tiempo lo refrendará sin tardar. En cualquier caso, y el dato tiene su poso, la primera trampa, la primera zancadilla –que no prosperó después– tuvo su origen en León. En su calle más céntrica. Ya se sabe, quítate tú para ponerme yo. Y a Génova se fue quien pretendía ser senador a costa de desintegrar al que de momento lo es. Por cierto, no tergiverses, Juanito.

Cuando el ‘aspirante’ creía tenerlo todo atado –incluso visitó Valladolid para que la regional lo blindara– las cañas se volvieron lanzas. Pese a tener padrino y bula con renglones torcidos en Castilla y León, no es el primer patinazo que da. Mejor sería que pusiera los cinco sentidos para mantener el tipo cuando llegue, en unas semanas, lo que se avecina. Que no es poco.

Pues bien, la verdad es que a Aznar le han hecho la cama las ‘kellys’ de turno. Los García Egea y compañía con el beneplácito de Pablo Casado. Sabían de antemano que si la oferta pasaba por el número tres de la candidatura no la aceptaría. Y por el dos, tampoco. Por orgullo bien entendido y por méritos contraídos. Y por dignidad y trayectoria. Esa es la razón. Así que lo tuvieron fácil. La clásica táctica de la maledicencia andante. No quieres vestirte pero ahí tienes la ropa. A la brava y con guante de seda. En resumen, el revoltijo en el Partido Popular de Casado y compañía es de prontuario malo. De epítome para quemar en la pira purificadora.

Vista la ‘jugada’, Aznar es el gran damnificado de la actual política leonesa. Veamos. Silván, a regañadientes, sigue su camino municipal. Pedrea. Martínez Majo continúa buscando la Diputación. Premio. El diputado berciano y afín a Mañueco, Eduardo Fernández, se va para las Cortes autonómicas. Aproximación. La vigente número dos del Congreso, la alcaldesa de Garrafe, González Guinda, se consolida como cabeza de lista a la Carrera de San Jerónimo. El Gordo. Repite al Senado Esther Muñoz. Centena. Y Luis Aznar, en fin, regresa a casa. Siempre le quedará la familia, los libros… y el Atlético de Madrid. ¡Ole!
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