El XXXVIl Festival de Órgano sigue llenando el espacio cultural del otoño leonés, con apuestas decididas por la novedad y dando ejemplo del buen hacer de sus promotores.
El magnífico órgano nuevo de nuestra catedral, que le daba el contrapunto a un órgano portátil que emitía la melodía sonó como los ángeles.
Cada año tenemos una novedad, y a pesar de la falta de Jean Guillou y Adolfo Gutiérrez Viejo, que le daban un cache especial y a los que se dedicó una excelente Misa de Réquiem en su inauguración, el festival de este año sigue su ritmo inexorable e incansable.
Todavía se me pone la carne de gallina recordando el día de la inauguración del órgano nuevo con ‘Cuadros de una exposición’ de Mussorgski, magníficamente interpretada por Jean Guillou, que parecía que una orquesta de cien personas estaba tocando a la vez.
La Catedral lucía en todo su esplendor, con su iluminación externa e interna. Solo la recuerdo tan bonita en su exposición de ‘Las Edades del Hombre’.
Por cierto, que me he llevado una gran alegría cuando me informaron de que el órgano antiguo de la Catedral se instaló en la iglesia de Jesús Divino Obrero, y una vez reparado por ‘la autoridad competente’, se puede oír en el culto de dicha parroquia. Yo no estaba enterada, y rectificar es de sabios. Así que sus sonidos musicales se pueden entrelazar con las impresionantes figuras de Vela Zanetti, y es una gozada escuchar este antiguo órgano, que fue testigo de tantas y tantas ceremonias de nuestra catedral.
Y a propósito de nuestro otoño musical leonés, se está celebrando a la vez el Festival de Música Española, y cuando digo a la vez no es que coincidan solo en la temporada, sino que se están solapando haciendo coincidir las programaciones en el mismo día y a la misma hora.
Es una lástima que esto suceda así, pues aunque yo sé de buena tinta, como responsable que fui de la cultura de esta ciudad, que es muy difícil programar sin coincidir, pero no es imposible si se intenta y se tiene capacidad de diálogo.
Es encomiable el esfuerzo que está haciendo el Festival de Música Española en su labor de rescatar partituras inéditas de autores hispanos poco conocidos, pero creo que este festival no ha encontrado su sitio.
Aún recuerdo los estupendos conciertos veraniegos que este festival ofrecía en el patio de nuestro precioso Palacio de los Guzmanes, los turistas quedaban extasiados, y nuestro caché como ciudad subía enteros.
Los vaivenes de fechas y de sedes no han favorecido a este festival, que yo creo que debe afianzarse y darle un enfoque más acorde y coordinado con la vida cultural leonesa.
Es una pena que no se aprovechen todas las oportunidades de escuchar buena música, y que ocurran estas coincidencias y no nos permitan disfrutar de las buenas programaciones musicales por no ponernos de acuerdo.
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