Este lunes se cumplieron dos semanas de un encierro que según denuncian los protestantes, se está encontrando con una serie de obstáculos que buscan poner fin a la reinvindicación a través del hastío y el cansancio de los propios manifestantes.
«Nuestro objetivo aquí es defender una sanidad pública y universal. ¿Cómo responden a nuestras peticiones? Poniendo el aire acondicionado tan alto de noche en la estancia ocupada para dormir que parece que estamos en invierno o dejando todas las luces encendidas», denuncian desde la asamblea, que acusa a gerencia de boicotear la protesta y ni siquiera tener en cuenta sus propuestas para tratar de que el encierro no afecte a la vida ordinaria del centro hospitalario.
«Nos dijeron en una primera entrevista que seríamos recibidos en cualquier momento que creyéramos oportuno, pero cuando la solicitamos se nos negó», afirman desde el colectivo, que lamenta que incluso han recibido amenazas por utilizar un rincón del aparcamiento para comer. «Realizamos nuestra comida común en un lugar retirado del parking dentro del recinto y se nos ha amenazado con llamar a la policía para desalojarnos porque es privado. Nos asombra como se llama con tanta libertad privado a lo público», explican.
Así, lamentan que ante una protesta que busca «defender la sanidad pública y universal», la gerencia responda con acciones que en ningún caso buscan un entendimiento con la asamblea. «En todo el fin de semana no se repone el papel en los baños ni se limpian y no se nos da material para adecentarlos. Hemos tenido que movernos nosotros para tener el espacio en una condiciones higiénicas aceptables», señalan ante lo que consideran una actitud «de todo menos conciliadora» por parte de la dirección.
Esperando a los sindicatos
Cumplidas ya dos semanas de encierro, la Asamblea de Usuarios por la Sanidad Pública espera que la Junta de Personal y los sindicatos del Hospital se sumen a la protesta tal y como ya han hecho algunos como CGT.
Y es que desde el colectivo consideran que la movilización de los propios trabajadores puede ser la llave para conseguir que las reivindicaciones de la asamblea no caigan en saco roto.
Entre las condiciones que los encerrados consideran «innegociables» antes de poner fin a la protesta está la contratación de personal para que los quirófanos actuales y los dos nuevos que entrarán en funcionamiento tras el verano operen por las tardes y alivien las listas de espera.
Así, el colectivo considera que en el Área de Salud del Bierzo son necesarios 3 traumatólogos, 3 radiólogos, un urólogo, 2 geriatras y 3 anestesistas.